2009

Sí, señores. Hoy es 31 de diciembre y se acaba el año (qué novedad, ¿no?)

Es la hora de hacer balance en todos los sentidos, porque además, hoy se acaba también la primera década del siglo XXI.
Empecé la misma como una tierna niña de 14 años, y la acabo como una mujer de 24. En ésta han estado concentrados los momentos más importantes de mi vida. Desde mi paso del colegio al instituto, hasta mi huída a Sevilla para estudiar la carrera de mis sueños; mi emancipación forzada con tan sólo 19 años; mi primera relación seria; la segunda... Y palos. Muchos palos.
Pero tantos momentos fantásticos, tantas risas, tantas amistades...

Es imposible resumir una década en un sólo comentario, pero es más fácil resumir un año entero. Y el 2009 es bastante resumible (no veo las horas para que se acabe)

Este ha sido, con muchísima diferencia, el peor año de mi vida. No voy a ponerme aquí a contaros la historia completa, porque no es una sola; los que habéis estado leyéndome sabréis, más o menos por dónde van los tiros.
Sin embargo, y como siempre me gusta mirar las dos caras de la moneda, ha sido un año de reencuentros con viejas amistades y de inicio de algunas nuevas; he aprobado 8 exámenes de los 9 a los que me he presentado; y he aprendido a decir "no" a las cosas que no se merecen la respuesta contraria. Eso ya es algo, ¿no?

Vamos, que recapitulando:

- Si tengo que destacar una noticia, me quedo con la huelga de hambre de Amienatu Haidar.

- Si tengo que destacar una canción,  me quedo con Thinking of you, de Katy Perry:



- Si tengo que destacar un momento deportivo, me quedo con el gol de Iniesta al Chelsea en las semifinales de la Champions:



- Si tengo que destacar un buen momento personal, me quedo con todos los pequeños que he tenido, proque han sido escasos... Los mejores, los que he pasado con mi sobrino, que siempre son deliciosos.

- Si tengo que destacar un videojuego, Final Fantasy Dissidia.




- Este año he leído nueve libros y medio: Eragon, Crepúsculo, Luna Nueva, Eclipse, Amanecer, Los hombres que no amaban a las mujeres, El arte del periodista, Manual para escribir como un periodista y El dardo en la palabra. Este último es el mejor de todos. La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina está en proceso de lectura aún.




- Si tengo que elegir una de las películas que he visto, me quedo con... ... ... ¿¿?? dios, ¡qué pocas películas he visto! Bueno, va: Avatar.



Este año, mis mayores logros han sido aprobar esos exámenes y... ¡encontrar el doblaje de 1959 de La  Bella Durmiente y pegárselo, tras muchos intentos fallidos, a la versión remasterizada de la película! xDDD

Qué le voy a hacer yo, si nunca dejaré de ser una niña...

Feliz 2010 a todos. Vete al cuerno, 2009.

Y gracias a todos vosotros por seguir leyéndome.

El mejor anuncio navideño de todos los tiempos

Ahh, la red de redes. Cuántos tesoros oculta para que sean encontrados cualquier día inesperado por nuestros ojos...
En estas fechas tan entrañables (NOOO, JUAN CARLOS, ¡SAL DE MÍ!)
Esto... ejem. ¡Mirad lo que he encontrado!



Si no sois capaces de admitir que es buenísimo, ¡volved a verlo! xDDD

Bayonetta ¡Qué pintón!

Todos los años, más o menos por estas fechas, se lanzan al mercado videojuegos de mayor o menor rango, para captar toda al atención en las compras navideñas. Los juegos suelen ser, en la mayoría de los casos, títulos conocidos, secuelas sacacuartos, que al final no dan la talla como deberían.
Sin embargo, este año hay un juego que sí me llama poderosamente la atención:



Detrás de ese nombre, que nos recuerda más bien a un utensilio de cocina, se esconde un juego que tiene todas las papeletas de ser el boom de estas Navidades, aún saliendo a la venta el día 8 de enero. Su carta de presentación no puede ser mejor, ya que sus creadores tienen precedentes importantes, como la saga Devil May Cry.
De hecho, el estilo de juego de Bayonetta parece tener mucho que ver con el de la saga de mi querido Dante.

Bayonetta es una bruja que fue encerrada hace muchos años y que ahora ha sido liberada. No se rige ni por el bien ni por el mal, así que es fácil deducir que hará lo que más le convenga en cada momento. Tiene un repertorio de movimientos enorme que harán que el juego nunca sea aburrido, amén de su original forma de ejecutarlos: a través de su melena. Ya sé que leído así suena ridículo, pero es que al ver el vídeo yo al menos no he querido pestañear para no perderme nada de nada.



Demonios por doquier, combos, ataques especiales, acción frenética... Soy una enferma de los juegos de rol, pero tengo que reconocer que éste tipo de juegos de acción son muy muy buenos.

Alicia en el país de las maravillas - Segundo trailer

Tim Burton, Tim Burton y más Tim Burton...

¿Qué le voy a hacer yo, si a este hombre el ha dado por hacer dos proyectos prácticamente a la vez?

Hace unos días apareció el segundo trailer oficial de Alicia en el país de las maravillas. Podría deciros muchas cosas sobre él, pero no tengo palabras. La película va a ser maravillosa (valga la intencionada redundancia)



¿Habéis visto esa fotografía? Qué colorismo tan bonito; han coseguido crear una estética deliciosa.

Y aparte de todo eso... ¿Soy la única que ve guapo siempre a Johhny Deep, sin importar lo feo que intenten ponerlo?

¡QUE LE CORTEN LA CABEZA!

Estreno de "Nine" (Número 9) en España, ¡por fin!




A pesar de que el estreno mundial de Número 9 (Nine), de Tim Burton, estaba previsto para el 9 de septiembre de 2009, en España (como siempre, a la cola de todo) se estrenará por fin el próximo 1 de enero.




La película está basada en un cortometraje dirijido por el propio Burton en 2004. El argumento se centra en un futuro próximo: Un invento conocido como la Gran Máquina aporta energías al resto de las máquinas, que se han revelado contra los humanos. Un grupo de nueve pequeños seres, a los que un científico dió vida poco antes de morir, intentará devolver el mundo a la normalidad.

Aquí os dejo el trailer oficial en español:



¿No os recuerdan a Sackboy?  Creo que voy a ir al cine para estrenar el nuevo año...

¿Te acuerdas de el Push Pop?

Corría el año 1994, cuando un día salió por la tele un anuncio que hizo que todos los niños dejásemos de comer chupetes con el palo tradicional, al menos por unos días. El anuncio en cuestión era el siguiente:


¡Cógele el gusto y guarda el resto! xD

Recuerdo perfectamente dónde estaba cuando lo ví por primera vez: con mi prima Eneiba en el salón de mis abuelos, cantando una canción de Jerry Rivera (mi memoria es mi mayor tesoro, ojalá nunca termine fallándome) y de repente las dos pusimos los ojos como platos. Arrastramos a mi abuelo poniendo cara de buenas hasta el kiosko más cercano y allí estaba. Nuestro Push Pop.
Al principio era genial, cuando le quitabas el plástico que lo envolvía, pero hasta ahí. Recuerdo que el sabor del caramelo no era tan bueno como el de los chupetes tradicionales y, lo peor de todo: el dedo que tenías que introducir (¡mente sucia, mente sucia!) para poder comértelo acababa pringado y pegajoso sí o sí. No había manera de evitarlo.
Así que ese fue mi primer y último Push Pop. ¿Y vosotros, tuvísteis alguno?

P.D.: Dedicado de nuevo a Manuel. Una gran sugerencia. ¡Gracias!

Auxiliar de seguridad: la esclavitud en pleno siglo XXI

En estos tiempos de crisis, las personas que tenemos un trabajo somos privilegiados. O eso dicen. Ese "privilegio" del que tanto hablan, a mí, está a punto de causarme una depresión.

Siempre he sido una persona fuerte. Cualquiera que me conozca puede decirlo. Lucho con uñas y dientes por mí y mi futuro, porque no me conformo con tener un puesto de trabajo al que cualquiera puede aspirar.
Pero mientras lucho por mi futuro, sacándome la carrera año por año, sabiéndolo llevar junto a una jornada laboral de doce horas diarias, soy auxiliar de seguridad.

Es decir, soy una esclava.

Una esclava sin derecho a la dignidad personal, que está en un puesto doce horas en el que se nos exige estar de pie todas ellas; en la que no puedes refugiarte ni cuando llueve en la garita donde los vigilantes de noche se pasan toda su jornada sentados; en el que no tengo ni tiempo estipulado para comer, porque si estoy comiendo tengo que hacerlo de pie para "no descuidar el servicio"; en el que no puedo sentarme a tomar una taza de café a media tarde porque puede aparecer el encargado de turno y ya corre el rumor de que "estás todo el día sentada".

Un puesto en el que, ni pidiendo con antelación los días para mis exámenes de la Universidad, que me corresponden por ley, me los dan libres. Ni siquiera las horas que dura el examen.

Un puesto en el que estás a expensas de lo que el cliente quiera, en el que tienes que aguantar que se dirijan a ti como "el servicio" y que, si un día se les ocurre que deberías regar las plantas, tienes que hacerlo. Y si se les ocurre que tienes que estar en tres sitios a la vez, también.

Un puesto en el que dan igual los domingos, festivos, fin de año, Navidad, Reyes, puente o lo que sea. Trabajarás lo que la empresa requiera, sin importar tu vida personal. Y si acabas no teniéndola por culpa de tu trabajo, mejor.

Un  puesto en el que tus compañeros vigilantes te miran por encima del hombro. Y tu empresa no te respalda en nada.

Una categoría profesional que no está ni reconocida, ni lo estará nunca. Mientras aguantas órdenes de vigilantes que no tienen por qué dártelas. Pero lo hacen.

Y todo por 800 cochinos euros, que no dan ni para ahorrar.

Un bucle vicioso que acaba, cómo no, destrozando personas. Ansiedad, estrés, impotencia, desgana...

¿Cuándo va a terminarse esto? Si es esto lo que llaman "privilegio", yo prefiero ser una desgraciada.

Sweet Child O' Mine...

Cuando echar de menos a determinadas personas es tu estado de ánimo permanente; hay días, semanas e incluso meses enteros, en los que te vas al suelo por completo.



Por suerte, siempre queda la música que tienes en común con esa gente. Y que de un modo u otro, te acerca a los que están lejos.

Uoooooooooo sweet child of mine...

Don't look back

El título de esta entrada podría formar parte de una bonita canción si no fuese porque no es de eso de lo que voy a hablar hoy. En mi descanso del asesino trabajo de Análisis de los Mensajes en Periodismo Impreso (AMPI para los amigos xD) me han recomendado un juego flash.

La verdad es que es difícil que un juego de este tipo me encante de la manera en que me ha encantado Don't look back. Pero es que... es muy diferente.



¡Vaya gráficos, eh! Atari total. El creador ha dado en el clavo porque ha conseguido un juego extraordinariamente fuído e interesante con unos gráficos, que aunque a la antigua, transmiten hasta la última de las emociones que se pretenden hacer sentir al jugador.

Pero lo mejor de todo son la banda sonora y la historia, inspirada en el mito de Orfeo y Eurídice y con un final... Que no os voy a contar.


En fin, probadlo, que es muy cortito y os va a gustar mucho. A mí ya me ha enamorado.

¿Te acuerdas de... estas canciones?

Lo que traigo hoy, aunque más tarde de lo previsto, vale la pena ser esperado.



 Poco o nada os voy a decir de lo que he encontrado navegando por internet ayer.Sólo deciros que si crecísteis en los ochenta y no os despegabais de la tele; descargaos lo siguiente y escuchad, amigos míos...


Y que no se os borre nunca la sonrisa que se os quede al final. Porque es la de verdad.

Para Manu. ¡Por su paciencia! (O no... xD)

¡Prueba superada!

Escribo esta breve entrada para decir que... ¡he aprobado Derecho!



La verdad es que estuve muy nerviosa durante los días de espera, porque no me quedé del todo convencida con la práctica que me tocó. Soñe durante dos días que me decían que aprobaba y luego no era así. Pero la realidad es que cuando miré el tablón y ví la nota, imaginé a la voz de Street Fighter diciendo "you win!" y aproveché que no había nadie en el pasilo en ese momento para hacer el baile de la victoria y dar un par de saltos.

Ya sólo dos de primero. El miércoles a por la siguiente.

Para mañana tengo preparado algo muy especial para los nostálgicos. ¡De regalo por estar tan contenta!

Examen de Derecho Constitucional y Político

Ha llegado el día en que he de enfrentarme a la primerade las tres asignaturas que dejé aparcadas el año pasado. Hoy, a las cinco de la tarde, tengo el examen de Derecho.




La verdad es que es todo tan interesante... estudiándola me he enterado del proceso a seguir si se quiere llevar a cabo una reforma de la Constitución; el modo en que se reparten los votos tras las elecciones y que el Rey en realidad es un "mandado" del texto constitucional, entre otras muchísimas cosas.

El problema es que con esta asignatura siempre me pasa que empiezo a estudiar y creo que voy bien y de repente llega el día anterior al examen y me faltan un montón de cosas aún por aprenderme. Es demasiado larga, y no es fácil memorizar ciertas cosas.

Aún así, creo que hoy estoy preparada al menos para aprobar, ¡así que deseadme suerte! (Aunque espero no necesitarla)

Nuevo disco de Evanescence en 2010

Hoy es un día terrible. Estoy en el trabajo con un dolor de cuello y cabeza que presagia mal tiempo. Desde mi accidente de coche del año pasado, mi cuerpo se ha convertido en una especie de estación meteorológica. Puedo predecir la lluvia y el mal tiempo de la forma más molesta posible: me duele todo.
Yo prefería ver el tiempo en la tele, aunque a veces se equivocara...

Pero algo ha cambiado mi perspectiva. Esta gente va a sacar nuevo disco el año que viene:



Y teniendo en cuenta que cada vez que sacan un disco nuevo soy abducida por él durante meses hasta que me sé la última letra de la última canción, preveo que el año que está a punto de llegar va a ser muy interesante.

No sé lo que tiene Evanescence. Quizás sea la voz de Amy Lee, mezzosoprano. Quizás sea el piano que acompaña a todas y cada una de sus canciones. Quizás las letras, tristes y directas. Quizás mi manera de identificarme con ellas cuando conocí al grupo. Quizás las frases desgarradoras que se dejan entrever en las canciones. Quizás su excelente combinación entre lírico y rock. O quizás todo junto.

La música de este grupo es diferente y única. Nadie suena ni sonará nunca como ellos.

Para ir abriendo boca, os dejo con el último videoclip oficial de The Open Door su último cd, publicado en 2006. La canción se llama "Good Enough" y no puede más perfecta.




Puede que me haya dejado llevar por un cierto fanatismo a la hora de escribir esta entrada, pero tiene justificación. Yo pensaba que este grupo estaba muerto y enterrado. No sabeis cuánto me alegro de que no sea así.

Odín Sphere... o cómo enamorarte de una BSO

Odin Sphere es un juego de rol para PS2, de Square - Enix. Sólo por eso ya era previsible mi inevitable atracción hacia él (aunque últimamente la compañía está dejando mucho que desear) Pero es que este juego tiene muchos encantos. Demasiados para ignorarlo.





Primero: sus gráficos y perspectiva.

A pesar de ser uno de los últimos juegos que salió para Playstation 2 antes de la aparición de la nueva generación de consolas, sus gráficos evocan un estilo retro al que es difícil resistirse. Su perspectiva lineal (te mueves hacia la izquierda o hacia la derecha de la pantalla, sin más) hace que recuerde los juegos más entrañables de mi infancia. Y ya sabéis a estas alturas cómo soy yo con las cosas de cuando era peque.

Segundo: Sus personajes y ambientación.

Vives  la historia desde la perspectiva de cinco personajes diferentes, uno por uno. Esto hace que los acontecimientos se entrelacen mientras vas jugando de una manera, cuanto menos, deliciosa. El que te parece el "malo" en la partida con el primer personaje, puede dejar de parecértelo cuando tú juegas con él y entiendes sus motivaciones.
Si no sabes nada de mitología nórdica, no te preocupes, cuando termines el juego sabrás.

Pero lo que realmente me hizo enamorarme él, a pesar de todo lo dicho es esto. Abrid bien los oídos:



No me enganchaba tanto a la Banda Sonora de un juego desde Final Fantasy IX. Ya iba siendo hora de que volviese a pasar. Es magia que retumba en los tímpanos.

¿Te acuerdas de... las muñecas de famosa?

Ahora que se acerca la Navidad y las televisiones nos bombardean sin piedad con miles y miles de anuncios de juguetes, películas navideñas absurdas, otras buenas, otras que repiten el mismo día del año todos los años, etc; he decidido reavivar la sección nostálgica de mi blog con un anuncio bastante añejo:





Este es el anuncio de 1970. En esta época no había nacido, pero la melodía sí que me es familiar porque durante mi infancia conviví muchas navidades con este otro:




Pero después ha habido varias versiones más. Como la de 1994




Y 1999 (para mi gusto la más sosa de todas)



Lo gracioso esto es que todos alguna vez hemos imitado a las muñecas pegándonos los brazos al cuerpo y dando pasitos pequeños mientras cantamos la cancioncita. O aún peor (y más divertido) hemos ridiculizado a alguien cantándola mientras caminaba. Yo tenía mi versión particular de la canción dedicada a cierto elemento que vivía por mi calle... pero esa es otra historia.

Qué recuerdos...

¡A jugar fuera!



"Hace un día precioso.Quiero que salgas a la calle a jugar"

El chiste es muy bueno, pero esta viñeta cómica podría expresar la realidad de miles y miles de niños y adolescentes de hoy en día. Sólo hay que hacer una comparativa entre el día de Reyes de cualquier año de la década pasada y el mismo día de cualquier año de estos últimos.
Antes, esa mañana era una fiesta en la calle, y no del botellón precisamente, sino de los niños. Todos los pequeños del vecindario salían a la calle a jugar con sus juguetes nuevos: bicicletas, coches teledirigidos, cometas, balones de fútbol... cualquier cosa. Y todas eran para compartir.

Pero ahora la realidad ha cambiado. Sales a la calle la mañana del 6 de enero y te encuentras con que no hay niños... todo está desierto.
Pero si miras por las ventanas de las casas (un poco indiscretamente) verás que los que antaño se reunían para enseñarse sus juguetes, ahora están congregados frente al televisor del salón, con un mando en la mano y la mirada fija en la pantalla. Sin saber lo que hay fuera, sin compartir con nadie.
Y cuando les dices: "Vamos a visitar a la tía Flora (introduce aquí, lector, el nombre de tu tía favorita) para darle sus regalos", los niños contestan con una sonora llorada, que sólo puedes silenciar diciéndoles "Llévate la consola portátil".

Y mientras la pobre tía Flora (vuelve a introducir aquí, lector, el nombre de tu tía favorita) le enseña con toda la ilusión del mundo los regalos al niño; él no le hace ni caso, porque está a dos centímetros de meterse dentro de la pequeña pantalla de la consola.

Yo también fui una niña jugona. Me encantan las consolas y aún hoy juego una partida o dos cuando mis ocupaciones me lo permiten. Pero nada me hacía disfrutar más que salir a la calle a llenarme las manos y la ropa de tierra con mis primos y los niños de por allí.

Ojalá los niños vuelvan a serlo algún día...

¡Día de Jack!

No es que me gusten las tradiciones americanas. Tampoco voy a decir que las odio; simplemente, la gran mayoría me son indiferentes. Pero el 31 de octubre es un día especial.

Los orígenes de Halloween vienen de muy atrás, y no son americanos, sino celtas.

Pero no voy a hablaros del Halloween como fiesta. Porque para mí ese nombre sólo tiene un significado:

Pesadilla antes de Navidad.

Qué decir de la maravillosa obra maestra de Tim Burton que no se haya dicho ya... Creo que esta película es la gran culpable de que muchos occidentales veamos este día con unos ojos totalmente diferentes . Qué brillantez la de Burton al ocurrírsele la idea al ver cambiar en un escaparate los adornos de Halloween por los de Navidad.

Y qué personaje nos ha dejado inmortalizado para siempre...




Jack Skeleton es especial. Y no sólo por su apariencia física. Es especial por sus ideales, sus intenciones y por lo que nos enseña. Muchas veces, aunque queramos cambiar, el mundo no nos deja; pero con perseverancia se consigue cualquier cosa. Jack es un revolucionario que se deja llevar por su ilusión, por su deseo de saber más; de avanzar, de descubrir cosas nuevas. Es un personaje noble, a pesar de ser el Rey del Mal.

Cuántas cosas de este personaje habrán en mi casa... Hace poco una amiga mía intentó contarlas todas y no fue capaz. En cada rincón se econdía algo nuevo y tenía que volver a empezar.




Volviendo a la película, tengo que dejar por aquí una curiosidad que no sabía hasta hace poco: el peculiar estilo de diseño de los personajes y los escenarios se debe a que Tim Burton animó a los dibujantes a hacer su trabajo con la mano contraria a la que usaban normalmente. Ahora entiendo esos perfiles sinuosos e inclinados. Brillante, Tim.

Y qué decir de la banda sonora... las canciones se te meten en el cerebro hasta tal punto que cualquiera puede sorprenderse tarareándolas sin venir a cuento.
Todas son geniales, pero la que nos mete directamente en la cabeza de Jack es esta:




Por todas estas cosas, de las que podría estar hablando todo el día hasta aburriros, Halloween es para mí, simplemente el Día de Jack.

"Perdóname, Loly"

No. No es que me haya vuelto loca (del todo) aún. Es que hay cosas que, irremediablemente provocan una sonrisa.
Este mediodía, cuando conducía hacia mi casa tras salir de la Universidad, ví a lo lejos algo que me llamó la atención. Una sábana blanca colgaba de la barandilla de uno de los puentes que la atraviesan. La sábana estaba escrita con spray de grafitero y rezaba:

"Perdóname, Loly."

Y yo, como cualquier otra persona, sonreí.

Es curioso, porque a los dos minutos ya había imaginado perfectamente cómo había sido la situación: ella habría malentendido las cosas y él le está pidiendo perdón porque no puede vivir sin ella. Pero...
¿Y si no? ¿Y si el príncipe azul que escribió la pancarta y la colgó en un acto de aparente amor vívido y verdadero, fuese en realidad el mismísimo lobo vestido de cordero?

Da igual, porque siempre, siempre que veamos cosas así, sonreiremos. Siempre se nos podrá cara de estúpidos mientras pensamos "qué bonito" o "cuánto la quiere".

En todo caso, para la aludida: Si no encontraste en esa persona a tu ideal para compartir el resto de tu vida, siempre puedes quedarte con el Príncipe de las Hadas hasta que encuentres a alguien de verdad.



A mí siempre me hace sonreír...

La decepción de Gran Turismo PSP

Cuando las grandes compañías se aprovechan de los consumidores, deberían ser sancionadas. Así de clara y rotundamente lo escribo.



Las primeras noticias de la salida de un Gran Turismo para PSP fueron motivo de una gran alegría para los seguidores de la saga (entre los que me incluyo), aún a pesar de saber que Sony lleva aprovechándose de la franquicia de coches mucho tiempo para vendernos aire. Juegos incompletos, que bien podrían venir en un disco de demos de cualquier revista de videojuegos, por precios desorbitados.

Ocurrió ya con el GT Prologue. Un juego para PS3 que cueste 70 debe estar completo, pero este no lo estaba. Al poco de salir, nuestros amigos de Sony comunicaron que era sólo en prólogo (bien lo dice el título) del GT 5 y que el juego completo llegaría después. Tan "después" que todavía no ha llegado.

Pero es que ahora con el GT de PSP han vuelto a hacer lo mismo. Anuncian un juego completo y lo que nos dan es una suerte de demo en el que podemos hacer poco más que sacar las licencias y jugar carreras Arcade. Tanta cara tienen estos señores que promocionan la PSP Go, su último "experimento" ofreciendo la descarga gratuita del juego para todo el que la compre. Hasta ellos mismos reconocer la basura que han hecho, "regalando el juego". Un consejo: si os vais a comprar la máquina y creeis que es un regalazo, quitaos la venda de los ojos.

Que sí, que los gráficos están muy bien para ser de PSP, pero para hacer esto, hubiesen reeditado las dos primeras ediciones completas del juego para la portátil y habrían quedado mucho mejor.

En fin... menos mal que no lo he comprado.

Pinocho y el Emperador de la Noche (1987)

Hoy, hablando en un tema en el foro de Fuertecóndor, me he acordado de esta película. No es que vaya a escribir una entrada sobre cada peli que ví cuando era pequeña (porque podría dedicar el blog sólo a ese tema), pero esta me marco de alguna manera u otra.



Pinocho y el Emperador de la Noche era una película extraña. Daba muchísimo miedo.
No parecía estar concebida como película infantil, sino para un público más adulto. Recrudece el edulcorado clásico de Carlo Collodi hasta unos límites que nunca deberían haber sido vistos por los ojos de ningún niño.

Todos conocemos la historia de Pinocho: tiene un trasfondo duro, pero sabiéndolo llevar no hay por qué caer en las crueldades. Y esta película lo hace. La escena en la que el titiritero convierte a Pinocho en marioneta delante de todo el circo y le obliga a bailar tirando de los hilos, rompiéndole cosas y en medio de una música horrible parece más sacada de una película de Saw que de un cuento infantil. De hecho esta escena se censuró para poder emitir la película por televisión, porque producía pesadillas muy desagradables en los niños que la veían. Yo tuve la mala suerte de ser una de las "víctimas".


Imagen de la escena


Era oscura hasta decir basta: los movimientos, la ambientación, la música... y la parte en la que llegan a la cueva del Emperador de la Noche (si es que los niños consiguen ver hasta esa parte sin llorar y gritarle a su mami que quite la película) es para que no vuelvan a dormir durante el resto de su infancia. Una de las escenas en la cueva también fue censurada porque Pinocho caía en una fuente de agua verde y salía claramente perjudicado. Esta escena hacía clara alusión a la absenta, también llamada El Hada Verde, en contraposición al Hada Azul de la película.


El Emperador de la Noche

Hasta hace bien poco no fui capaz de verla entera. Fue la única en la que mis padres se equivocaron. Tenía el trauma ahí presente, pero me lo tomé como un reto y aún me sigue produciendo sensaciones desagradables. Desde luego, esta no será una de las pelis que le grabaré a mi sobrino.


Os dejo la primera escena de la que hablo, para que veais a lo que me refiero. Sólo he podido encontrarla en inglés.



Si la mirais con ojos de niño, entendereis el miedo al que me refiero.

¿Gran mentira o falta de adaptación?

Ya hace casi dos semanas que he empezado el segundo curso de Periodismo en la universidad. Estas dos semanas han sido muy fructíferas porque han coincidido con mis vacaciones laborales; así que he podido llevar al día sin ningún problema y sin agobios todo lo que tiene que ver con las clases.
Pero sólo me queda una semana de vacaciones, y lo cierto es que ya estoy empezando a ver la que se me viene encima.

Sobre compaginar estudios y trabajo, el Plan Bolonia dice esto:

¿Podrán los estudiantes combinar trabajo y estudios?
Los alumnos que lo deseen podrán compaginar sus estudios con el trabajo. De hecho, cada universidad debe fijar el número mínimo de ECTS por alumno y curso académico, para que los estudiantes puedan cursar estudios a tiempo parcial.
Y después nos invita a ver un vídeo más extenso sobre el tema, que podeis ver en este link:

Ver vídeo


Pero lo cierto es que tras hablar con mis profesores sobre el por qué de mi futura ausencia en clase muchos días, la mayoría de ellos me han puesto la misma cara que me ponían los del año pasado y que me costó incluso suspender una asignatura cuyo examen aprobé de calle.

¿Miente Bolonia o es que la universidad aún no se ha acostumbrado al Plan?

Yo creo que es más lo primero que lo segundo y voy a explicaros por qué:

El Plan Bolonia ha decidido implantar en la enseñanza universitaria la Evaluación Continua; concepto que hasta la "bolonización" de la universidad sólo se implanataba durante la enseñanza obligatoria y el Bachillerato.
La Evaluación Continua consiste en que el profesor evaluará a los alumnos de manera continuada, mandando tareas diarias, trabajitos e incluso haciendo firmar las clases para controlar la presencia de los alumnos en clase.
Me parece perfecto que las enseñanzas universitarias se hayan acercado mucho más al aprendizaje por parte del alumno y a la parte práctica, pero que no nos intenten vender entonces que con el nuevo plan es más fácil que la gente compagine estudios y trabajo, porque es faltar a la realidad.

 Voy a poneros un ejemplo que sufrí en carne propia: Cierta asignatura exigía prácticas de radio con la elaboración de un guión radiofónico cada domingo y su posterior radiación en la facultad los lunes. De esas prácticas, participé en todos los guiones y mi trabajo me permitió ir a dos sesiones de radio de las cuatro que se hicieron en total.
Pero el problema llegó cuando la profesora, que hacía firmar las clases para controlar la presencia, no tuvo en cuenta mis prácticas a la hora de evaluarme porque había faltado a muchas clases. Aún contestando en un examen oral más preguntas de las que ella misma había dicho que había que contestar para aprobar, suspendí.

No sólo perdí mi tiempo haciendo las prácticas, sino que también lo perdí estudiando para el examen. Y todo porque me es imposible ir a clase todos los días.

O se está tomando muy a la tremenda el procedimiento, o en este aspecto Bolonia miente más que habla. Decidan ustedes.

This can't be good...

Hoy toca música. El año pasado descubrí esta canción de Janet Jackson, de su último disco "Discipline". Desde aquel momento no me canso de escucharla.



El caso es que poco a poco, con los avances que he hecho en inglés escuchado, la he ido entendiendo sin necesidad de mirar la letra.

Qué sensación, esa que hemos tenido todos...
Esa de decir "Nunca me volveré a enamorar"
Y de repente, conocer a alguien que te lleva irremediablemente a algo que juraste no volver a hacer.
Y te sientes bien, pero mal; feliz, pero con miedo.
Una sensación tan deliciosa como terriblemente contradictoria.

No es nada fácil luchar contra el amor.

Malditos doblajes modernos

En mi habitación pueden encontrarse muchas cosas. Más o menos durante este tiempo, he dado a entender cuáles son mis aficiones, mis hobbys y mis gustos.
Pero nunca he hablado de Disney. Y mi habitación ideal tendría una estantería con todas las películas de Disney en VHS que tuve cuando era pequeña y que guardo para la ocasión más propicia y la casa más grande, en casa de mis padres.


Ante la imposibilidad de guardar los VHS en mi piso actual, que ya bastantes trastos tengo, hace tiempo me he dedicado a la búsqueda de clásicos Disney para tenerlos grabados en DVD: fácil, cómodo y pequeño.
El problema es que es imposible encontrar las versiones ORIGINALES de las películas de Disney en Español de antes. Y me refiero a todas las anteriores a "Hércules".

No es que no estén. Es que con el paso de las películas a edición DVD, en este maravilloso país que es España "alguien" ha decidido que las versiones antiguas contenían palabras arcaicas que los pobres niños de hoy en día no entenderían.

Y es que me estoy imaginando la reunión entre los "Individuos Brillantes" que decidieron cambiar el doblaje:

Individuo Brillante 1:¿Cómo va a entender un niño de hoy la frase "pobres almas en desgracia"?
Individuo Brillante 2:¡Eso supondría un esfuerzo intelectual!
Individuo Brillante 1:¡Mejor cambiémoslo por "pobres almas sin sol"!
Individuo Brillante 2:¡O mejor cambiemos el doblaje completo y las letras de todas las canciones!


Incomprensible pero cierto. No vayamos a atosigar a los niños con palabras como "desgracia" que luego vienen los trauman infantiles y eso...

Mientras tanto, yo a lo mío, me desintoxico de ese absurdo nuevo doblaje con un vídeo extraído directamente de una de mis adoradas versiones VHS.




Esta entrada está dedicada a mi prima Marta, que como disfrutó de estas películas conmigo, se indigna con esto tanto como yo. ¡Las encontraremos, primi!

Estreno sección: ¿Te acuerdas de...?

Como buena nostálgica de mi infancia que soy (creo que es un punto en común de muchos de los que nacimos en los maravillosos años 80), hoy estreno la sección "¿Te acuerdas de...?", en la que plasmaré las cosas de mi infancia que vienen a mi mente en fomra de flashes para compartirlas aquí en el blog. Hoy empezamos con el que mucha gente cree que es el mito alimenticio de los 80 y principios de los 90:

LA NOCILLA DE FRESA
¿Os acordáis de ella? Pues os refresco la memoria. Después de aquel flamante anuncio que todos recordamos y rezaba "Leche, cacao, avellanas y azucarrrrrrr. NOCIIIIILLAAAAAAAA" (como para no acordarse) la compañía reaccionó a la buena acogida lanzando una variante de la crema bicolor, que mezclaba los sabores Fresa y Chocolate.

Por ahí dicen que sabía a rayos, pero yo recuerdo muchas tardes después de venir de jugar en la tierra con mis primos en una finca perdida de la mano de Jénova que nos daban un sandwich de esta cosa y a mí por lo menos me sabía a gloria. No he podido encontrar imágenes, pero hace poco Carrefour se decidió a emular el invento con una crema para untar de fresa y ¿nata? (mi avispado amigo Kloud se ha fijado de que en el bote pone Yogur) de su propia cosecha:



Sí, la he probado, y ni sabe a yogur ni tiene nada que ver con aquella original. O era mucho más buena o yo dulcifico todo lo que tiene que ver con mi infancia.

De la imprudencia, la mala educación y otras lacras

Esta tarde al llegar del trabajo, me disponía a entrar en mi garaje cuando ví sorprendida como un padre jugaba con su hijo en el callejón por donde tienen que acceder a él todos los coches del edificio.

El niño salió corriendo por lo que tuve que parar el coche y esperar a que el padre, que me miró sonriente como si yo no estuviese subida en una máquina de varios miles de kilos, fuese lentamente a por él y siguiese jugando tranquilamente en el mismo lugar.

Ante tal aberración, no pude más que bajar mi ventanilla y decir educadamente:

"Perdona, pero aquí entran y salen muchos coches y no es seguro que el niño corra por el callejón".

En lugar de entenderlo como un buen consejo y aceptar su error, el padre "ejemplar" del pequeño niño rubio se acercó a mi ventanilla para insultarme, motivo por el cual tuve que subir la ventanilla y hacer oídos sordos y ojos ciegos (xD) a lo que podía pasarle a su hijo.
Mientras me alejaba poco a poco viéndo cerrarse la puerta, otro coche entró, y tuvo que frenar en seco para no atropellar a la criatura de padre tan impresentable como imprudente.

Sólo tengo 24 años, pero estas cosas cuando yo era pequeña... no pasaban.

Feliz cumpleaños, Jacko


Hoy hubieses cumplido 51 años.

Cuando apenas ayer se conocía la noticia de que tu muerte se está investigando por homicidio, porque se ha confirmado que alguien quiso quitarte del medio.

¿Comrad Murray, Arnold Klein? ¿Alguien más? Quién sabe. El caso es que fuese quien fuese, o quienes fuesen, nos ha privado a todos de una gira de conciertos que hubiese sido apoteósica y a ti de soplar hoy las velas que hubiesen sido testigos de tu entrada en la segunda parte de tu siglo particular.

Lo mejor de todo es que, asesinado o no, seguirás siendo inmortal. Así que, Feliz Cumpleaños.

Confirmado Fable 3 en la Gamescom 09


Como quien no quiere la cosa, hace unos meses se le escapó en su Twitter a un famoso doblador americano la frase: "Me voy a dormir, que me han llamado para empezar mañana con el doblaje de Fable 3"

A partir de ese momento, empezaron a dispararse los rumores de los fans sobre la tercera entrega de esta maravillosa e injustamente poco valorada saga, hasta tal punto que Microsoft se ha visto obligada a anunciar la noticia antes de lo previsto, con un vídeo en la última Gamescom en la ciudad de Colonia.




Aunque se ve más bien poco, a mí sólo con ver ese símbolo y las letras se me han puesto los pelos de punta. Ya se me hace la boca agua, y eso que todavía estoy disfrutando de la segunda parte.

Sobre la Saga Crepúsculo

Esta mañana he terminado la Saga Crepúsculo. Después de una gran maratón y de haberme leído los tres últimos libros en menos de una semana en total, estoy preparada para sacar mis propias conclusiones.


Stephenie Meyer no escribe bien. De hecho si no supiera que es una dulce cuarentona casada y con un hijo diría, por su forma de escribir, que se trata de una muchachita en plena adolescencia.
Pero eso no quita que a pesar de ello, logre atraparte en la historia que quiere contar de una manera bastante intensa. La lectura es cómoda y fluída, a pesar de que resulte muy molesto ver como una y otra vez se repiten las mimsas palabras pudiendo usar sinónimos; aunque esto no sé si será fallo del equipo de traducción español o de la propia autora.

Los libros son endiabladamente entretenidos. Aunque viéndolos desde un punto de vista frío (como la piel de los Cullen) se nota muchísimo en qué doctrina religiosa ha sido educada Meyer. Que una chica se sienta tan a gusto con su novio, aún este siendo vampiro que lo que más quiere es morderle la yugular, sólo por lo guapo que es este, no sólo es machista, sino del todo inverosímil. También se le ve el plmuero mormón a la escritora con el tema de las relaciones sexuales antes del matrimonio. Lo disfraza bien, pero no deja de estar ahí.

El que más me ha gustado de los cuatro libros ha sido Luna Nueva. Es curioso, ya que es uno de los peores para la opinión generalizada; pero es que si yo hubiese escrito los libros, Bella se habría quedado con Jacob.

El que menos, y vuelvo a salirme de la tónica general, Amanecer. Me esperaba muchísimo del libro que cierra esta saga, pero al final las ochocientas páginas sólo sirven para que la gente vea lo gordo que es el libro. Contenido importante, menos de la mitad. Además es totalmente insulso. Todo sale estupendamente chupyguay de bien, sea lo que sea. Da igual que todos los demás que hayan pasado por situaciones parecidas hayan tenido miles de problemas. Bella no tiene ninguno. Y cuando empieza a tenerlos, vuelve a solucionarse sin la menor pizca de acción, ni de intriga. Muy, pero que muy flojo.

La verdad es que me he entretenido con la saga, a pesar de la tremenda antipatía que tuve por la protagonista a partir del segundo libro. No soy capaz de decir si la lectura vale la pena o no. A mí me ha parecido muy divertida, a excepción del último libro, que es un mero trámite, bastante extenso.

Ahora, a otra cosa. Y a esperar que las tres películas que quedan no sean tan horribles como la primera.

Historia de dos semidragones: Capítulo 1

Hokori podía ver perfectamente el rostro de su compañera, y eso le daba cierta ventaja. Aunque no le hacía gracia deber favores, ella le había perdonado la vida y además, un poco de compañía para variar no le vendría mal.
Mientras tanto, Keisha pensaba en el camino que tenía por delante. Un mundo lleno de posibilidades y gente a la que conocer, tesoros por descubrir y, cómo no, enemigos a los que apalear. Antes de salir de casa, se despidió de su madre, que la miró con ojos ausentes. “Juro que traeré a Padre de vuelta”, le había dicho. En el fondo de su corazón, juró también volver con su hermana.

El General Normordt, orgullo de Kordmant, había formado un hogar feliz, con una esposa que vivía sólo para él y dos hijas preciosas que mostraban grandes habilidades. Lo de Shiva era al arte de la magia; Keisha, en cambio, había heredado su habilidad con la espada. Las pequeñas eran dos gotas de agua, con lo que ésta era la única manera de diferenciarlas cuando aún eran niñas. El único motivo por el que no podía sentirse del todo orgulloso de ellas era la mala relación que compartían las hermanas. Se toleraban porque no les quedaba otro remedio, y nunca entendió muy bien cuál podría ser el motivo.

Pero una noche, todo aquello se acabó. Shiva había desaparecido, dejando el medallón familiar junto a una breve nota de despedida. Se había esfumado en medio de las sombras sin previo aviso, sin decir a dónde se dirigía ni qué pensaba hacer.

Su madre enloqueció, y a partir de aquel día, su voz no volvió a oírse entre los muros de su casa ni su rostro volvió a sonreír.

Pasaron días, semanas, meses… Pero la mayor de las gemelas no volvió a casa nunca.

Un año después, el General tuvo la obligación de partir a la guerra contra los vampiros. Varrsavi era una ciudad inhóspita para cualquiera que no fuese de la raza, pero la guerra era un deber del que no podía huir.

Después de doscientos días sin recibir las misivas que el mensajero de su padre les hacía llegar, Keisha empezó a temer lo peor y decidió ir en busca de lo único que podría hacer que su madre despertase del letargo en el que vivía. Era hora de dejar la cálida urbe semidragón y poner en práctica su aprendizaje.

Aunque estaba acostumbrada a la comodidad de su hogar, tenía confianza en sí misma. Lucharía hasta el final para cumplir con lo prometido. Y si no podía volver con vida, que así fuere…

Tras salir de su ensimismamiento, reparó en su acompañante. Aquel ladrón de poca monta le proporcionaba una buena, aunque extraña compañía. Confiaba en él, a pesar de no haber visto jamás su rostro. Un buen corazón no puede ocultarse bajo las telas oscuras.

-Que os ayude no significa que vaya a sacrificarme por vos...

Cuando el ladrón se dirigió a ella, contestó de forma socarrona:

-Deberíais aprender a llamarme por mi nombre. Por cierto, no tengo intención alguna en que os juguéis la vida por mí, es más, si apareciese algún peligro en el camino os agradecería que no intervinieseis.

Sacó un viejo mapa heredado del General y buscó al norte las frías tierras de Varssavi; ese sería su destino a toda costa. El camino era largo, y la primera parada en un lugar habitado sería ya dentro de territorio humano. ¿Cuántos días de viaje habría hasta allí?

-¿Hokori, por casualidad habéis ido alguna vez a la ciudadela de Caer-cant?

-Es la primera vez que salgo de mi aldea. Podréis hábilmente deducir que no... Keisha.

Hokori se retrasó un poco quedándose un metro por detrás de su compañera.

Sin saber por qué, su instinto le decía que esa posición era la mejor para el viaje. Era obvio que su agilidad y velocidad superaban las de la guerrera y desde detrás de ella podía tomar la iniciativa contra un ataque frontal y a la vez cubrir la retaguardia de su compañera.

Aun habiéndole dicho a Keisha que no se sacrificaría, no era tan tonto como para marcharse sin más al primer problema. Si algo ocurría pelearía por ella, ya que aunque no confiaba del todo en la semidragona, la necesitaba tanto como ella a él.

El ladrón viajaba escrutando el entorno con la mirada y afinando sus oídos. El hecho de no haber recibido nunca una emboscada no daría a sus enemigos la oportunidad de ser un blanco fácil. Su concentración provocaba en Hokori un estado de sobrealerta bastante innecesario aunque eficiente.


"¿Qué hago viajando con una guerrera de la que no sé nada?" – pensaba. No era del tipo de persona que acompañaba a desconocidos. Quizá el hecho de que fuera la única semidragona que había conocido le produjo curiosidad y confianza.

La monotonía del paisaje le proporcionó una pesadez y un aburrimiento que le hizo intentar dialogar y conocer a su compañera de aventuras.

-¿Para que queréis ir a esa ciudad? En las grandes ciudades no hay grandes aventuras...

-¿Siempre sois tan poco perspicaz? –contestó la semidragona.[color=indianred] -La ciudad humana es la primera que nos encontraremos en nuestro camino a Varrsavi. Sólo quería saber cuántos días de viaje nos llevará llegar, pero supongo que no podremos saberlo si ninguno de los dos ha emprendido el viaje antes. ¿Qué os parece si nos echamos a andar sin más?

-¿Cómo podéis andar con eso?

Keisha se detuvo para averiguar a qué se refería su compañero. El semidragón miraba su armadura plateada con ojos extraños.

-Mi armadura no me es incómoda, al contrario. Estoy tan acostumbrada a llevarla encima que ya es como una parte de mi cuerpo. En cuanto a la espada – dijo posando la mano sobre la funda con ojos nostálgicos- incluso duermo junto a ella. Es parte del entrenamiento. – Miró con una sonrisa de medio lado las ropas de Hokori. –En cambio vos no parecéis preocuparos por la protección de vuestro cuerpo. Guardáis celosamente vuestro rostro bajo esa máscara, pero las telas podrían cortarse con una piedra mal afilada.

-¿Protección? ¿Quién la necesita pudiendo esquivar cualquier golpe?- contestó Hokori mientras se movía hábilmente.

De repente sacó de alguna parte de sus ropas, con una rapidez invisible dos dagas.

-Yo prefiero usar estas. Son rápidas, ligeras, y puedo guardarlas en cualquier sitio sin que se note. No veo cómo podéis sorprender a alguien con esa espada enorme, debéis ser lenta y predecible. – Hizo una pausa. [color=royalblue]– ¿A qué ha venido la miradita nostálgica?

Con otro gesto rápido volvió a guardar sus armas en su escondite perfecto. Keisha lo miraba asombrada.

-Quién sabe cuántas cosas más tendréis ocultas entre las ropas. Mi nostalgia es cosa mía, ladronzuelo. Vos ocuparos de ocultar vuestro rostro para que yo no pueda verlo durante nuestro largo viaje. Si os soy sincera, no creo que seáis capaz.

Tras un breve intercambio de sonrisas, prosiguieron su marcha. Mientras caminaban, la oscuridad de la noche iba dejando paso a un cielo verde claro, previo al alba. Tal como habían pensado, tras caminar toda la noche habían empezado a descubrir los primeros brotes de vegetación y algunos pequeños riachuelos.

Keisha nunca había visto un río que no fuese de lava. Por alguna extraña razón, sólo con mirar las aguas cristalinas supo que le encantaría el paisaje de ahí en adelante. De repente, su estómago rugió recordándole que era la hora de desayunar. Su cuerpo exigía provisiones antes de continuar con el camino.

-Paremos aquí descansar y comer algo. – se quedó pensativa. -¿Sabéis, Hokori? Tras viajar toda la noche me he dado cuenta de que lo único que sé de mi acompañante es que lo sorprendí intentando robar en mi casa; que usa dagas que tiene escondidas quién sabe dónde y que no le gusta que le vean el rostro. Sin embargo vos sí que sabéis cosas de mí.

Hokori sacó de su mochila un poco de pan y algo de fruta y ofreció a la guerrera.

-Deberíamos acabar con esto antes de que se ponga malo. Preguntad cuanto gusteis Keisha, contestaré lo que pueda.

Al semidragón no le entusiasmaba la idea de darse a conocer, su vida era triste y no le gustaba sentirse vulnerable. Pese a eso, en compañía de Keisha se encontraba cómodo y aunque hubiera tensión entre ambos, tener a su lado no solo a una valiente guerrera, sino a alguien de su misma raza, le provocaba una curiosidad inevitable en la chica.

-Contadme algo sobre vos. De algún sitio vendréis, ¿no es así?

-Así es, vengo de una aldea al oeste de Kormandt, a una semana de viaje, el nombre no viene al caso y bueno iba sin rumbo cuando me encontré con la ciudad de lava, vos me descubristeis y el resto lo conocéis.

- ¿Y vuestros padres? ¿Os han echado de casa por coger cosas que no eran vuestras?

-No digáis tonterías, no soy un vulgar ladrón, soy un cazatesoros. -Hokori se había puesto a la defensiva inmediatamente- Solo tomo prestado cuando no hay otra opción. Abandoné a mi madre y mi aldea para escapar de esa monótona vida. No todos tenemos causas tan nobles como vos.

El enfado del semidragón era lógico, pero también el comentario de la guerrera. Aún así, no quiso molestarle más y se puso en pie con la última pieza de fruta en la mano para seguir por el camino. Se acercó a un riachuelo cercano y quedó maravillada por la transparencia del agua, que probó para comprobar que estaba fresca, revitalizando su garganta seca por la tierra del desierto que habían dejado atrás.

Caminaron sin apenas decirse nada hasta bien caída la tarde, cuando ya estaban adentrados en un bosque con espesos y claros. Cuando terminó de oscurecer, decidieron parar a descansar. Keisha miró a su compañero y empezó a hablar con la palabra queda.

-Oídme. Siento si os he…

El sonido de una rama al resquebrajarse interrumpió a la semidragona. Hokori se incorporó colocándose en guardia entre Keisha y el arbusto del que provenía la rama.

-Shhh, ya habrá tiempo luego si seguimos vivos, quedaos detrás de mí.

Dos lobos se encontraban a menos de tres metros de la guerrera y el pícaro, observándoles directamente mientras mantenían una postura en tensión. Uno de ellos parecía más viejo, pero tenía pinta de poder correr el tiempo que hiciese falta hasta que los dos semidragones se cansasen de hacerlo. La guerrera miró asustada a las bestias. No parecían furiosas ni alteradas, pero algo estaba claro: tenían hambre.

-¿Cómo creéis que sabemos los semidragones, Hokori?

-Espero no descubrirlo nunca...

Hokori empezó a acariciar el mango de sus dagas dentro de sus mangas, las cogió con fuerza y se preparó para el combate. Keisha, mientras tanto, desenfundó con gracia su espada. En la hoja plateada y lisa podían verse una letras antiguas talladas en color rojo.

-No temáis Keisha, he peleado contra muchos lobos... La mitad de pequeños claro... -dijo en voz baja- Pero no os preocupéis, la mecánica ha de ser la misma ¿no?

Las últimas palabras del semidragón, aunque eran seguras, parecían salir de su boca más para auto convencerse que para tranquilizar a la guerrera.

Keisha estiró su brazo izquierdo para cubrir el flanco de Hokori de un posible ataque, mientras empuñaba fuertemente su espada con la mano derecha. No tenía miedo, pero tenía clara su debilidad. Los lobos eran mucho más rápidos y ágiles que ella.

El lobo más joven se agachó para flexionar las patas y saltó sobre ella, arañándole el brazo libre.

La otra bestia dio un salto lateral poniéndose frente a Hokori.

-Parece que tú serás mi rival...

Instantáneamente el lobo empezó a correr hacía él, Hokori preparó su engaño, pretendía esquivar el ataque fintando hacia el lado de equilibrio del lobo para de un golpe, clavarle en el estomago su daga. Así pues, cuando un metro escaso lo separaban de la bestia, rodó sobre sí mismo. Irónicamente el sorprendido fue el semidragón que al ir a dar la estocada vio como el lobo no había saltado hacia él, sino que había saltado hacia su compañera.

Acorralado por la situación no tuvo otra opción que la de saltar intentando placar al lobo para cubrir la espalda de Keisha.

Aunque Hokori pesaba 60Kg y su masa muscular no era su gran potencial, logró interponerse entre el ataque del lobo y la guerrera haciendo que ambos, lobo y semidragón, rodaran por el suelo varios metros. Durante la caída una de sus dagas se le escapó de las manos y fue a dar fuera de su alcance. La guerrera giró su cabeza ante el inesperado sonido del choque contra el suelo de Hokori.

El viejo lobo se levantó rápidamente. Tras un pequeño alto para lamerse una pata, volvió a fijar la vista en los dos semidragones y empezó a dar vueltas alrededor de ellos. El lobo más joven pareció entender lo que pretendía, porque instantáneamente comenzó a imitar su comportamiento.

No se lo estaban poniendo nada fácil. Había menos de un metro de espacio entre lobos y semidragones y cualquier movimiento en falso podría ser fatal. Keisha empezaba a sentirse cansada. Ahora en guardia, había pegado su espalda a la de su compañero y volvía a empuñar la espada con ambas manos. Notaba la respiración agitada del semidragón detrás de ella.

Había dos lobos, uno más viejo, pero que parecía más experto y otro más ágil. ¿A cuál atacar? Por el movimiento anterior, sabía que los lobos habían decidido atacarla directamente a ella. Hokori había tenido que defenderla. Pero eso le hizo comprender que a quien realmente veían las bestias como una amenaza era a la espada que empuñaba con sus manos. Armándose de valor, hizo un giro a la derecha y fintó para luego hundir su espada en el lomo del lobo viejo.

Casi sin tiempo para reaccionar y aún confusa por la sensación que había tenido mientras su espada desgarraba los músculos del animal, sacó su espada del cuerpo y se dio la vuelta para comprobar cómo el lobo joven saltaba sobre Hokori y atacaba la cara del pícaro con sus afiladas garras, haciendo girones la máscara que la protegía. Con un ágil movimiento, el semidragón aprovechó el salto del animal para hundir la daga que le quedaba en su estómago. El lobo cayó al suelo herido, sin fuerzas para un posible contraataque.

Keisha miró a la bestia que yacía en el suelo perdiendo lentamente su sangre. Quien hasta hace unos segundos había intentado ser su cazador se había convertido ahora en una criatura agonizante. Sólo por hambre. Era capaz de comprender al animal y lo miró con ojos compasivos, mientras un grito apenado salía de su garganta y hundía su espada nuevamente en el lomo para terminar con el sufrimiento del joven lobo.