Malditos doblajes modernos

En mi habitación pueden encontrarse muchas cosas. Más o menos durante este tiempo, he dado a entender cuáles son mis aficiones, mis hobbys y mis gustos.
Pero nunca he hablado de Disney. Y mi habitación ideal tendría una estantería con todas las películas de Disney en VHS que tuve cuando era pequeña y que guardo para la ocasión más propicia y la casa más grande, en casa de mis padres.


Ante la imposibilidad de guardar los VHS en mi piso actual, que ya bastantes trastos tengo, hace tiempo me he dedicado a la búsqueda de clásicos Disney para tenerlos grabados en DVD: fácil, cómodo y pequeño.
El problema es que es imposible encontrar las versiones ORIGINALES de las películas de Disney en Español de antes. Y me refiero a todas las anteriores a "Hércules".

No es que no estén. Es que con el paso de las películas a edición DVD, en este maravilloso país que es España "alguien" ha decidido que las versiones antiguas contenían palabras arcaicas que los pobres niños de hoy en día no entenderían.

Y es que me estoy imaginando la reunión entre los "Individuos Brillantes" que decidieron cambiar el doblaje:

Individuo Brillante 1:¿Cómo va a entender un niño de hoy la frase "pobres almas en desgracia"?
Individuo Brillante 2:¡Eso supondría un esfuerzo intelectual!
Individuo Brillante 1:¡Mejor cambiémoslo por "pobres almas sin sol"!
Individuo Brillante 2:¡O mejor cambiemos el doblaje completo y las letras de todas las canciones!


Incomprensible pero cierto. No vayamos a atosigar a los niños con palabras como "desgracia" que luego vienen los trauman infantiles y eso...

Mientras tanto, yo a lo mío, me desintoxico de ese absurdo nuevo doblaje con un vídeo extraído directamente de una de mis adoradas versiones VHS.




Esta entrada está dedicada a mi prima Marta, que como disfrutó de estas películas conmigo, se indigna con esto tanto como yo. ¡Las encontraremos, primi!

Estreno sección: ¿Te acuerdas de...?

Como buena nostálgica de mi infancia que soy (creo que es un punto en común de muchos de los que nacimos en los maravillosos años 80), hoy estreno la sección "¿Te acuerdas de...?", en la que plasmaré las cosas de mi infancia que vienen a mi mente en fomra de flashes para compartirlas aquí en el blog. Hoy empezamos con el que mucha gente cree que es el mito alimenticio de los 80 y principios de los 90:

LA NOCILLA DE FRESA
¿Os acordáis de ella? Pues os refresco la memoria. Después de aquel flamante anuncio que todos recordamos y rezaba "Leche, cacao, avellanas y azucarrrrrrr. NOCIIIIILLAAAAAAAA" (como para no acordarse) la compañía reaccionó a la buena acogida lanzando una variante de la crema bicolor, que mezclaba los sabores Fresa y Chocolate.

Por ahí dicen que sabía a rayos, pero yo recuerdo muchas tardes después de venir de jugar en la tierra con mis primos en una finca perdida de la mano de Jénova que nos daban un sandwich de esta cosa y a mí por lo menos me sabía a gloria. No he podido encontrar imágenes, pero hace poco Carrefour se decidió a emular el invento con una crema para untar de fresa y ¿nata? (mi avispado amigo Kloud se ha fijado de que en el bote pone Yogur) de su propia cosecha:



Sí, la he probado, y ni sabe a yogur ni tiene nada que ver con aquella original. O era mucho más buena o yo dulcifico todo lo que tiene que ver con mi infancia.

De la imprudencia, la mala educación y otras lacras

Esta tarde al llegar del trabajo, me disponía a entrar en mi garaje cuando ví sorprendida como un padre jugaba con su hijo en el callejón por donde tienen que acceder a él todos los coches del edificio.

El niño salió corriendo por lo que tuve que parar el coche y esperar a que el padre, que me miró sonriente como si yo no estuviese subida en una máquina de varios miles de kilos, fuese lentamente a por él y siguiese jugando tranquilamente en el mismo lugar.

Ante tal aberración, no pude más que bajar mi ventanilla y decir educadamente:

"Perdona, pero aquí entran y salen muchos coches y no es seguro que el niño corra por el callejón".

En lugar de entenderlo como un buen consejo y aceptar su error, el padre "ejemplar" del pequeño niño rubio se acercó a mi ventanilla para insultarme, motivo por el cual tuve que subir la ventanilla y hacer oídos sordos y ojos ciegos (xD) a lo que podía pasarle a su hijo.
Mientras me alejaba poco a poco viéndo cerrarse la puerta, otro coche entró, y tuvo que frenar en seco para no atropellar a la criatura de padre tan impresentable como imprudente.

Sólo tengo 24 años, pero estas cosas cuando yo era pequeña... no pasaban.

Feliz cumpleaños, Jacko


Hoy hubieses cumplido 51 años.

Cuando apenas ayer se conocía la noticia de que tu muerte se está investigando por homicidio, porque se ha confirmado que alguien quiso quitarte del medio.

¿Comrad Murray, Arnold Klein? ¿Alguien más? Quién sabe. El caso es que fuese quien fuese, o quienes fuesen, nos ha privado a todos de una gira de conciertos que hubiese sido apoteósica y a ti de soplar hoy las velas que hubiesen sido testigos de tu entrada en la segunda parte de tu siglo particular.

Lo mejor de todo es que, asesinado o no, seguirás siendo inmortal. Así que, Feliz Cumpleaños.

Confirmado Fable 3 en la Gamescom 09


Como quien no quiere la cosa, hace unos meses se le escapó en su Twitter a un famoso doblador americano la frase: "Me voy a dormir, que me han llamado para empezar mañana con el doblaje de Fable 3"

A partir de ese momento, empezaron a dispararse los rumores de los fans sobre la tercera entrega de esta maravillosa e injustamente poco valorada saga, hasta tal punto que Microsoft se ha visto obligada a anunciar la noticia antes de lo previsto, con un vídeo en la última Gamescom en la ciudad de Colonia.




Aunque se ve más bien poco, a mí sólo con ver ese símbolo y las letras se me han puesto los pelos de punta. Ya se me hace la boca agua, y eso que todavía estoy disfrutando de la segunda parte.

Sobre la Saga Crepúsculo

Esta mañana he terminado la Saga Crepúsculo. Después de una gran maratón y de haberme leído los tres últimos libros en menos de una semana en total, estoy preparada para sacar mis propias conclusiones.


Stephenie Meyer no escribe bien. De hecho si no supiera que es una dulce cuarentona casada y con un hijo diría, por su forma de escribir, que se trata de una muchachita en plena adolescencia.
Pero eso no quita que a pesar de ello, logre atraparte en la historia que quiere contar de una manera bastante intensa. La lectura es cómoda y fluída, a pesar de que resulte muy molesto ver como una y otra vez se repiten las mimsas palabras pudiendo usar sinónimos; aunque esto no sé si será fallo del equipo de traducción español o de la propia autora.

Los libros son endiabladamente entretenidos. Aunque viéndolos desde un punto de vista frío (como la piel de los Cullen) se nota muchísimo en qué doctrina religiosa ha sido educada Meyer. Que una chica se sienta tan a gusto con su novio, aún este siendo vampiro que lo que más quiere es morderle la yugular, sólo por lo guapo que es este, no sólo es machista, sino del todo inverosímil. También se le ve el plmuero mormón a la escritora con el tema de las relaciones sexuales antes del matrimonio. Lo disfraza bien, pero no deja de estar ahí.

El que más me ha gustado de los cuatro libros ha sido Luna Nueva. Es curioso, ya que es uno de los peores para la opinión generalizada; pero es que si yo hubiese escrito los libros, Bella se habría quedado con Jacob.

El que menos, y vuelvo a salirme de la tónica general, Amanecer. Me esperaba muchísimo del libro que cierra esta saga, pero al final las ochocientas páginas sólo sirven para que la gente vea lo gordo que es el libro. Contenido importante, menos de la mitad. Además es totalmente insulso. Todo sale estupendamente chupyguay de bien, sea lo que sea. Da igual que todos los demás que hayan pasado por situaciones parecidas hayan tenido miles de problemas. Bella no tiene ninguno. Y cuando empieza a tenerlos, vuelve a solucionarse sin la menor pizca de acción, ni de intriga. Muy, pero que muy flojo.

La verdad es que me he entretenido con la saga, a pesar de la tremenda antipatía que tuve por la protagonista a partir del segundo libro. No soy capaz de decir si la lectura vale la pena o no. A mí me ha parecido muy divertida, a excepción del último libro, que es un mero trámite, bastante extenso.

Ahora, a otra cosa. Y a esperar que las tres películas que quedan no sean tan horribles como la primera.

Historia de dos semidragones: Capítulo 1

Hokori podía ver perfectamente el rostro de su compañera, y eso le daba cierta ventaja. Aunque no le hacía gracia deber favores, ella le había perdonado la vida y además, un poco de compañía para variar no le vendría mal.
Mientras tanto, Keisha pensaba en el camino que tenía por delante. Un mundo lleno de posibilidades y gente a la que conocer, tesoros por descubrir y, cómo no, enemigos a los que apalear. Antes de salir de casa, se despidió de su madre, que la miró con ojos ausentes. “Juro que traeré a Padre de vuelta”, le había dicho. En el fondo de su corazón, juró también volver con su hermana.

El General Normordt, orgullo de Kordmant, había formado un hogar feliz, con una esposa que vivía sólo para él y dos hijas preciosas que mostraban grandes habilidades. Lo de Shiva era al arte de la magia; Keisha, en cambio, había heredado su habilidad con la espada. Las pequeñas eran dos gotas de agua, con lo que ésta era la única manera de diferenciarlas cuando aún eran niñas. El único motivo por el que no podía sentirse del todo orgulloso de ellas era la mala relación que compartían las hermanas. Se toleraban porque no les quedaba otro remedio, y nunca entendió muy bien cuál podría ser el motivo.

Pero una noche, todo aquello se acabó. Shiva había desaparecido, dejando el medallón familiar junto a una breve nota de despedida. Se había esfumado en medio de las sombras sin previo aviso, sin decir a dónde se dirigía ni qué pensaba hacer.

Su madre enloqueció, y a partir de aquel día, su voz no volvió a oírse entre los muros de su casa ni su rostro volvió a sonreír.

Pasaron días, semanas, meses… Pero la mayor de las gemelas no volvió a casa nunca.

Un año después, el General tuvo la obligación de partir a la guerra contra los vampiros. Varrsavi era una ciudad inhóspita para cualquiera que no fuese de la raza, pero la guerra era un deber del que no podía huir.

Después de doscientos días sin recibir las misivas que el mensajero de su padre les hacía llegar, Keisha empezó a temer lo peor y decidió ir en busca de lo único que podría hacer que su madre despertase del letargo en el que vivía. Era hora de dejar la cálida urbe semidragón y poner en práctica su aprendizaje.

Aunque estaba acostumbrada a la comodidad de su hogar, tenía confianza en sí misma. Lucharía hasta el final para cumplir con lo prometido. Y si no podía volver con vida, que así fuere…

Tras salir de su ensimismamiento, reparó en su acompañante. Aquel ladrón de poca monta le proporcionaba una buena, aunque extraña compañía. Confiaba en él, a pesar de no haber visto jamás su rostro. Un buen corazón no puede ocultarse bajo las telas oscuras.

-Que os ayude no significa que vaya a sacrificarme por vos...

Cuando el ladrón se dirigió a ella, contestó de forma socarrona:

-Deberíais aprender a llamarme por mi nombre. Por cierto, no tengo intención alguna en que os juguéis la vida por mí, es más, si apareciese algún peligro en el camino os agradecería que no intervinieseis.

Sacó un viejo mapa heredado del General y buscó al norte las frías tierras de Varssavi; ese sería su destino a toda costa. El camino era largo, y la primera parada en un lugar habitado sería ya dentro de territorio humano. ¿Cuántos días de viaje habría hasta allí?

-¿Hokori, por casualidad habéis ido alguna vez a la ciudadela de Caer-cant?

-Es la primera vez que salgo de mi aldea. Podréis hábilmente deducir que no... Keisha.

Hokori se retrasó un poco quedándose un metro por detrás de su compañera.

Sin saber por qué, su instinto le decía que esa posición era la mejor para el viaje. Era obvio que su agilidad y velocidad superaban las de la guerrera y desde detrás de ella podía tomar la iniciativa contra un ataque frontal y a la vez cubrir la retaguardia de su compañera.

Aun habiéndole dicho a Keisha que no se sacrificaría, no era tan tonto como para marcharse sin más al primer problema. Si algo ocurría pelearía por ella, ya que aunque no confiaba del todo en la semidragona, la necesitaba tanto como ella a él.

El ladrón viajaba escrutando el entorno con la mirada y afinando sus oídos. El hecho de no haber recibido nunca una emboscada no daría a sus enemigos la oportunidad de ser un blanco fácil. Su concentración provocaba en Hokori un estado de sobrealerta bastante innecesario aunque eficiente.


"¿Qué hago viajando con una guerrera de la que no sé nada?" – pensaba. No era del tipo de persona que acompañaba a desconocidos. Quizá el hecho de que fuera la única semidragona que había conocido le produjo curiosidad y confianza.

La monotonía del paisaje le proporcionó una pesadez y un aburrimiento que le hizo intentar dialogar y conocer a su compañera de aventuras.

-¿Para que queréis ir a esa ciudad? En las grandes ciudades no hay grandes aventuras...

-¿Siempre sois tan poco perspicaz? –contestó la semidragona.[color=indianred] -La ciudad humana es la primera que nos encontraremos en nuestro camino a Varrsavi. Sólo quería saber cuántos días de viaje nos llevará llegar, pero supongo que no podremos saberlo si ninguno de los dos ha emprendido el viaje antes. ¿Qué os parece si nos echamos a andar sin más?

-¿Cómo podéis andar con eso?

Keisha se detuvo para averiguar a qué se refería su compañero. El semidragón miraba su armadura plateada con ojos extraños.

-Mi armadura no me es incómoda, al contrario. Estoy tan acostumbrada a llevarla encima que ya es como una parte de mi cuerpo. En cuanto a la espada – dijo posando la mano sobre la funda con ojos nostálgicos- incluso duermo junto a ella. Es parte del entrenamiento. – Miró con una sonrisa de medio lado las ropas de Hokori. –En cambio vos no parecéis preocuparos por la protección de vuestro cuerpo. Guardáis celosamente vuestro rostro bajo esa máscara, pero las telas podrían cortarse con una piedra mal afilada.

-¿Protección? ¿Quién la necesita pudiendo esquivar cualquier golpe?- contestó Hokori mientras se movía hábilmente.

De repente sacó de alguna parte de sus ropas, con una rapidez invisible dos dagas.

-Yo prefiero usar estas. Son rápidas, ligeras, y puedo guardarlas en cualquier sitio sin que se note. No veo cómo podéis sorprender a alguien con esa espada enorme, debéis ser lenta y predecible. – Hizo una pausa. [color=royalblue]– ¿A qué ha venido la miradita nostálgica?

Con otro gesto rápido volvió a guardar sus armas en su escondite perfecto. Keisha lo miraba asombrada.

-Quién sabe cuántas cosas más tendréis ocultas entre las ropas. Mi nostalgia es cosa mía, ladronzuelo. Vos ocuparos de ocultar vuestro rostro para que yo no pueda verlo durante nuestro largo viaje. Si os soy sincera, no creo que seáis capaz.

Tras un breve intercambio de sonrisas, prosiguieron su marcha. Mientras caminaban, la oscuridad de la noche iba dejando paso a un cielo verde claro, previo al alba. Tal como habían pensado, tras caminar toda la noche habían empezado a descubrir los primeros brotes de vegetación y algunos pequeños riachuelos.

Keisha nunca había visto un río que no fuese de lava. Por alguna extraña razón, sólo con mirar las aguas cristalinas supo que le encantaría el paisaje de ahí en adelante. De repente, su estómago rugió recordándole que era la hora de desayunar. Su cuerpo exigía provisiones antes de continuar con el camino.

-Paremos aquí descansar y comer algo. – se quedó pensativa. -¿Sabéis, Hokori? Tras viajar toda la noche me he dado cuenta de que lo único que sé de mi acompañante es que lo sorprendí intentando robar en mi casa; que usa dagas que tiene escondidas quién sabe dónde y que no le gusta que le vean el rostro. Sin embargo vos sí que sabéis cosas de mí.

Hokori sacó de su mochila un poco de pan y algo de fruta y ofreció a la guerrera.

-Deberíamos acabar con esto antes de que se ponga malo. Preguntad cuanto gusteis Keisha, contestaré lo que pueda.

Al semidragón no le entusiasmaba la idea de darse a conocer, su vida era triste y no le gustaba sentirse vulnerable. Pese a eso, en compañía de Keisha se encontraba cómodo y aunque hubiera tensión entre ambos, tener a su lado no solo a una valiente guerrera, sino a alguien de su misma raza, le provocaba una curiosidad inevitable en la chica.

-Contadme algo sobre vos. De algún sitio vendréis, ¿no es así?

-Así es, vengo de una aldea al oeste de Kormandt, a una semana de viaje, el nombre no viene al caso y bueno iba sin rumbo cuando me encontré con la ciudad de lava, vos me descubristeis y el resto lo conocéis.

- ¿Y vuestros padres? ¿Os han echado de casa por coger cosas que no eran vuestras?

-No digáis tonterías, no soy un vulgar ladrón, soy un cazatesoros. -Hokori se había puesto a la defensiva inmediatamente- Solo tomo prestado cuando no hay otra opción. Abandoné a mi madre y mi aldea para escapar de esa monótona vida. No todos tenemos causas tan nobles como vos.

El enfado del semidragón era lógico, pero también el comentario de la guerrera. Aún así, no quiso molestarle más y se puso en pie con la última pieza de fruta en la mano para seguir por el camino. Se acercó a un riachuelo cercano y quedó maravillada por la transparencia del agua, que probó para comprobar que estaba fresca, revitalizando su garganta seca por la tierra del desierto que habían dejado atrás.

Caminaron sin apenas decirse nada hasta bien caída la tarde, cuando ya estaban adentrados en un bosque con espesos y claros. Cuando terminó de oscurecer, decidieron parar a descansar. Keisha miró a su compañero y empezó a hablar con la palabra queda.

-Oídme. Siento si os he…

El sonido de una rama al resquebrajarse interrumpió a la semidragona. Hokori se incorporó colocándose en guardia entre Keisha y el arbusto del que provenía la rama.

-Shhh, ya habrá tiempo luego si seguimos vivos, quedaos detrás de mí.

Dos lobos se encontraban a menos de tres metros de la guerrera y el pícaro, observándoles directamente mientras mantenían una postura en tensión. Uno de ellos parecía más viejo, pero tenía pinta de poder correr el tiempo que hiciese falta hasta que los dos semidragones se cansasen de hacerlo. La guerrera miró asustada a las bestias. No parecían furiosas ni alteradas, pero algo estaba claro: tenían hambre.

-¿Cómo creéis que sabemos los semidragones, Hokori?

-Espero no descubrirlo nunca...

Hokori empezó a acariciar el mango de sus dagas dentro de sus mangas, las cogió con fuerza y se preparó para el combate. Keisha, mientras tanto, desenfundó con gracia su espada. En la hoja plateada y lisa podían verse una letras antiguas talladas en color rojo.

-No temáis Keisha, he peleado contra muchos lobos... La mitad de pequeños claro... -dijo en voz baja- Pero no os preocupéis, la mecánica ha de ser la misma ¿no?

Las últimas palabras del semidragón, aunque eran seguras, parecían salir de su boca más para auto convencerse que para tranquilizar a la guerrera.

Keisha estiró su brazo izquierdo para cubrir el flanco de Hokori de un posible ataque, mientras empuñaba fuertemente su espada con la mano derecha. No tenía miedo, pero tenía clara su debilidad. Los lobos eran mucho más rápidos y ágiles que ella.

El lobo más joven se agachó para flexionar las patas y saltó sobre ella, arañándole el brazo libre.

La otra bestia dio un salto lateral poniéndose frente a Hokori.

-Parece que tú serás mi rival...

Instantáneamente el lobo empezó a correr hacía él, Hokori preparó su engaño, pretendía esquivar el ataque fintando hacia el lado de equilibrio del lobo para de un golpe, clavarle en el estomago su daga. Así pues, cuando un metro escaso lo separaban de la bestia, rodó sobre sí mismo. Irónicamente el sorprendido fue el semidragón que al ir a dar la estocada vio como el lobo no había saltado hacia él, sino que había saltado hacia su compañera.

Acorralado por la situación no tuvo otra opción que la de saltar intentando placar al lobo para cubrir la espalda de Keisha.

Aunque Hokori pesaba 60Kg y su masa muscular no era su gran potencial, logró interponerse entre el ataque del lobo y la guerrera haciendo que ambos, lobo y semidragón, rodaran por el suelo varios metros. Durante la caída una de sus dagas se le escapó de las manos y fue a dar fuera de su alcance. La guerrera giró su cabeza ante el inesperado sonido del choque contra el suelo de Hokori.

El viejo lobo se levantó rápidamente. Tras un pequeño alto para lamerse una pata, volvió a fijar la vista en los dos semidragones y empezó a dar vueltas alrededor de ellos. El lobo más joven pareció entender lo que pretendía, porque instantáneamente comenzó a imitar su comportamiento.

No se lo estaban poniendo nada fácil. Había menos de un metro de espacio entre lobos y semidragones y cualquier movimiento en falso podría ser fatal. Keisha empezaba a sentirse cansada. Ahora en guardia, había pegado su espalda a la de su compañero y volvía a empuñar la espada con ambas manos. Notaba la respiración agitada del semidragón detrás de ella.

Había dos lobos, uno más viejo, pero que parecía más experto y otro más ágil. ¿A cuál atacar? Por el movimiento anterior, sabía que los lobos habían decidido atacarla directamente a ella. Hokori había tenido que defenderla. Pero eso le hizo comprender que a quien realmente veían las bestias como una amenaza era a la espada que empuñaba con sus manos. Armándose de valor, hizo un giro a la derecha y fintó para luego hundir su espada en el lomo del lobo viejo.

Casi sin tiempo para reaccionar y aún confusa por la sensación que había tenido mientras su espada desgarraba los músculos del animal, sacó su espada del cuerpo y se dio la vuelta para comprobar cómo el lobo joven saltaba sobre Hokori y atacaba la cara del pícaro con sus afiladas garras, haciendo girones la máscara que la protegía. Con un ágil movimiento, el semidragón aprovechó el salto del animal para hundir la daga que le quedaba en su estómago. El lobo cayó al suelo herido, sin fuerzas para un posible contraataque.

Keisha miró a la bestia que yacía en el suelo perdiendo lentamente su sangre. Quien hasta hace unos segundos había intentado ser su cazador se había convertido ahora en una criatura agonizante. Sólo por hambre. Era capaz de comprender al animal y lo miró con ojos compasivos, mientras un grito apenado salía de su garganta y hundía su espada nuevamente en el lomo para terminar con el sufrimiento del joven lobo.

¿Por qué "Los hombres que no amaban a las mujeres" es un fenómeno de masas?




Por favor, no me matéis.
No penséis que soy antisistema, que no me va el rollo del rebaño y todo eso. Que no me va, pero en esta ocasión no es por eso.
Es que no entiendo por qué... venga va, voy a decirlo.
No entiendo por qué "Los hombres que no amaban a las mujeres" se ha convertido en el libro que todo el mundo lee. Es más, me recuerda al caso de "El código Da Vinci" y este encima era más entetenido, a pesar de ser a mi juicio bastante más malo que el que nos ocupa, objetivamente hablando.

Pero... ¿por qué?

Vamos a ver. Es entretenido: Sí, pero tampoco es que sea una cosa de la que no te puedas despegar, te mantiene al hilo, pero no lo devoras ni mucho menos. No pasa nada si estás tres días sin leerlo.

La trama está bien: Sí, pero también es cierto que hay novelas bastante similares, con tramas casi idénticas y finales mucho mejores, menos previsibles y mejor construídos. A mí se me viene a la mente "Yo Mato" por ejemplo, y este me gustó más.
No es verosímil que un caso que lleva cincuenta años sin resvolverse se resuelva de repente por un tipo que nisiqueira es detective, por medio de unas fotos que misteriosamente nadie ha tirado a pesar de que no encierran nada especial y por unas citas bíblicas anotadas en código que misteriosamente (otra vez) coinciden con números de teléfono de personas que se llaman igual que las víctimas.

Los personajes son interesantes: Sí, aunque unos más que otros. Sospecho que Lisbeth Salander tiene muchísimo que ver en que la gente se haya enganchado a la trilogía. Y, ¿qué tiene de especial Lisbeth? ¿Cuántas personas más o menos con su mismo perfil hemos encontrado ya en tantas y tantas historias? Lo único que la diferencia es que es una mujer que a priori se supone indefensa y que en realidad no lo es tanto ni mucho menos.
Érika Berger es fantástica, una muejr de éxito, que hace con su vida exactamente lo que le da la gana. Y sólo es un personaje secundario. Pero... ¿y el resto?

Entonces... ¿qué tiene de especial? ¿Quizás la prematura muerte de su autor, días despúes de haber entregado a su editor el tercer libro? ¿Es el morbo de la gente? ¿Es el título, tan directo?

¿Qué es?

No me entendáis mal. El libro me ha gustado. Larsson y su forma de escribir, llana, sencilla y al grano, logran mantener la atención y hacer que la novela pueda ser leída por cualquiera (previo cursillo de inglés para entender algunas expresiones que usa en este idioma y otro de Sueco para intentar pronunciar correctamente los nombres de los personajes y lugares). Pero no me parece tan sobresaliente como lo quieren hacer ver. Es una novela negra más. Creo que el fanatismo radica en que la gente no suele leer este tipo de novelas y en cuanto lee una, le encanta.

Además, le sobran doscientas páginas al principio y cien al final. Ah, y el final de la trama principal se hace previsibble si tienes un poco de ojo desde unas cincuenta páginas más allá de la mitad del libro, por mucho que el autor juegue a despistar.

Seguiré buscando en los dos libros restantes esa chispa que ha hecho que el mundo se rinda a los pies del difunto Larsson.

Como último comentario, estaría bien que en España dejásemos de traducir las cosas como nos da la gana de una vez. El título literalmente es "Los hombres que ODIABAN a las mujeres". No entiendo el cambio, como no he entendido nunca ningún cambio en las traducciones a las que nos tienen tan (mal)acostumbrados en nuestro país. El título cambia mucho con ese simple matiz.

Fecha de lanzamiento oficial para KH 358/2 Days


Square Enix Europa ya ha hecho oficial la fecha de salida del siguiente título de la saga Kingdom Hearts para Nintendo DS.

La fecha señalada es el día 9 de Octubre de este mismo año, y el precio será de 39,99€ en las tiendas habituales.

En esta aventura, profundizaremos en el periodo en el que Roxas formó parte de la Org. XIII mientras Sora dormía para recuperar sus recuerdos, lo que significa que, en la línea argumental, el juego empieza justo cuando acaba Kingdom Hearts: Chain of Memories, el título de la saga de Game Boy Advance SP.

El sistema de juego será diferente al de los anteriores, incluso incluye un modo multijugador en el que cada uno podrá manejar a un miembro diferente de la Organización.

El mayor misterio que esconde 358/Days es qué relación une a Xion, la enigmática miembro número 14 de la Oganización, y a nuestros protagonistas.

Balance de mi primer año de carrera

Después de tantos años, he conseguido cumplir mi deseo de estudiar Periodismo. Es verdad que ya estuve un año en Sevilla, pero aquello fue un desastre. Por circunstancias que no vienen al caso, ese año no me presenté a ningún examen y dejé que mi sueño se me escapase de entre los dedos de la manera más absurda. Lo tenía todo para poder hacerlo cómodamente...

Pero dejé pasar la oportunidad.

Gracias a la perspectiva que da el tiempo, el año pasado, cuando me enteré por la radio de que pondrían en Tenerife la carrera de Periodismo completa el cuerpo empezó a temblarme. Era mi oportunindad, lo que tanto deseaba estaba ahí al alcance de mi mano.
Eran sólo ochenta plazas; y para mí el momento más difícil para empezar una carrera, con mi trabajo de siete de la mañana a siete de la tarde. Sentí vértigo y miedo ante la perspectiva de tenerlo delante y aún así no poder tocarlo de nuevo.

Pero fui a preinscribirme.

23 años... un poco tarde, sí. Pero cuando tienes tantas ganas de hacer algo tan específico... ¿qué más da el momento?

Cuando salió la primera lista provisional de admitidos, busqué mi nombre con ojos ansiosos e impacientes. Y cuando lo ví, me eché a llorar.

Lloré como nunca lo había hecho...

No ha sido un año fácil; sin poder ir todos los días a clase por causa de mi trabajo, repudiada por algunos profesores, que han llegado incluso a suspenderme "por no venir lo suficientemente a clase"; rogando a la gente para que me prestase apuntes, durmiendo poco, estudiando mucho, incluso en el mismo trabajo.
Pero al final no ha ido mal.

Que haya aprobado con buena nota siete asignaturas de diez, y que a dos de las que me quedan pendientes para noviembre no me haya presentado (lo cual quiere decir que sólo he suspendido una, y esto también tiene su historia) no es un mal balance, teniendo en cuenta mis circunstancias.

Pero yo quiero más...

Al mirar las guías docentes de las asignaturas del año que viene, que ya son mucho más específicas de la profesión que algún día quiero desempeñar, se me hace la boca agua. Estoy impaciente por empezar.

Por cierto,durante el curso me han ayudado varias personas, a las que estoy muy agradecida, pero hay una especialmente sin la que hubiese sido imposible avanzar tanto.

¡Gracias, Secretaria! Algún día te devolveré todo lo que haces por mí. Eres genial.


Thinking of you...

Hay canciones que, de repente, aparecen en tu vida sin saber por qué. Sin sonar en la radio, las encuentras de casualidad, divagando por la red. Y resulta ser que son las que al final pasan a formar parte de tu vida, porque al ser menos populares, las sientes más como algo realmente tuyo.



Katy Perry es especial, porque es capaz de hacer letras de todo tipo. Y esta es una de sus mejores canciones. Ya se ha convertido en un estandarte para mí.

You're like a hard candy with a surprise center...