¿Gran mentira o falta de adaptación?

Ya hace casi dos semanas que he empezado el segundo curso de Periodismo en la universidad. Estas dos semanas han sido muy fructíferas porque han coincidido con mis vacaciones laborales; así que he podido llevar al día sin ningún problema y sin agobios todo lo que tiene que ver con las clases.
Pero sólo me queda una semana de vacaciones, y lo cierto es que ya estoy empezando a ver la que se me viene encima.

Sobre compaginar estudios y trabajo, el Plan Bolonia dice esto:

¿Podrán los estudiantes combinar trabajo y estudios?
Los alumnos que lo deseen podrán compaginar sus estudios con el trabajo. De hecho, cada universidad debe fijar el número mínimo de ECTS por alumno y curso académico, para que los estudiantes puedan cursar estudios a tiempo parcial.
Y después nos invita a ver un vídeo más extenso sobre el tema, que podeis ver en este link:

Ver vídeo


Pero lo cierto es que tras hablar con mis profesores sobre el por qué de mi futura ausencia en clase muchos días, la mayoría de ellos me han puesto la misma cara que me ponían los del año pasado y que me costó incluso suspender una asignatura cuyo examen aprobé de calle.

¿Miente Bolonia o es que la universidad aún no se ha acostumbrado al Plan?

Yo creo que es más lo primero que lo segundo y voy a explicaros por qué:

El Plan Bolonia ha decidido implantar en la enseñanza universitaria la Evaluación Continua; concepto que hasta la "bolonización" de la universidad sólo se implanataba durante la enseñanza obligatoria y el Bachillerato.
La Evaluación Continua consiste en que el profesor evaluará a los alumnos de manera continuada, mandando tareas diarias, trabajitos e incluso haciendo firmar las clases para controlar la presencia de los alumnos en clase.
Me parece perfecto que las enseñanzas universitarias se hayan acercado mucho más al aprendizaje por parte del alumno y a la parte práctica, pero que no nos intenten vender entonces que con el nuevo plan es más fácil que la gente compagine estudios y trabajo, porque es faltar a la realidad.

 Voy a poneros un ejemplo que sufrí en carne propia: Cierta asignatura exigía prácticas de radio con la elaboración de un guión radiofónico cada domingo y su posterior radiación en la facultad los lunes. De esas prácticas, participé en todos los guiones y mi trabajo me permitió ir a dos sesiones de radio de las cuatro que se hicieron en total.
Pero el problema llegó cuando la profesora, que hacía firmar las clases para controlar la presencia, no tuvo en cuenta mis prácticas a la hora de evaluarme porque había faltado a muchas clases. Aún contestando en un examen oral más preguntas de las que ella misma había dicho que había que contestar para aprobar, suspendí.

No sólo perdí mi tiempo haciendo las prácticas, sino que también lo perdí estudiando para el examen. Y todo porque me es imposible ir a clase todos los días.

O se está tomando muy a la tremenda el procedimiento, o en este aspecto Bolonia miente más que habla. Decidan ustedes.

This can't be good...

Hoy toca música. El año pasado descubrí esta canción de Janet Jackson, de su último disco "Discipline". Desde aquel momento no me canso de escucharla.



El caso es que poco a poco, con los avances que he hecho en inglés escuchado, la he ido entendiendo sin necesidad de mirar la letra.

Qué sensación, esa que hemos tenido todos...
Esa de decir "Nunca me volveré a enamorar"
Y de repente, conocer a alguien que te lleva irremediablemente a algo que juraste no volver a hacer.
Y te sientes bien, pero mal; feliz, pero con miedo.
Una sensación tan deliciosa como terriblemente contradictoria.

No es nada fácil luchar contra el amor.