La habitación de Keisha

Hoy estoy contenta.
Hacía tiempo que no saboreaba el dulce paladar que te deja un triunfo en el ámbito escolar. Más que nada por aquello de que llevo casi cinco años sin estudiar nada.
Pero hoy he vuelto a tener esa sensación.

El miércoles pasado nos hicieron una prueba de nivel de inglés para separar la clase en tres grupos:

A - Avanzado
B - Medio
C - Bajo

A los que tuviesen nivel avanzado se les va a dar las clases integramente en inglés, aparte de una serie de ventajas horarias que no concierne nombrar aquí.

La prueba consistía en un test gramatical de 40 preguntas y una redacción en inglés sobre por qué queríamos ser periodistas.
La verdad es que salí bastante baja de ánimos de la prueba, porque a mi parecer me había salido bastante regular (y en verdad fue así).

El caso es que hoy, en ese tablón de anuncios estaban las listas de los grupos.

Y ¿a que no sabéis quién estaba en el número 13 del grupo A?
De 80 personas, sólo 12 están por encima de mí.

Pues eso, aun sabiendo que tuve fallos tontos que sé resolver, estoy en ese grupo, en esa posición.

Hoy siento que puedo comerme el mundo. Y sólo ha sido una prueba de inglés.