El hombre que superó a mi héroe

Cuando era pequeña iba al pediatra todas las semanas debido a mi problema de asma. Sabado sí, sábado también, mi madre me llevaba a la consulta de Don Lorenzo para soplar en un aparatito que medía la potencia de soplo, ponerme una vacuna para mi alergia a los ácaros del polvo (que aumenta mis crisis asmáticas) y charlar un rato.
Os preguntaréis por qué os estoy contando esto...

El caso es que Don Lorenzo siempre me preguntaba si conocía a
Mark Spitz y yo, con mis cinco años, le decía que no, claro.
Entonces me explicaba que Mark Spitz era un nadador asm
ático que había ganado siete oros en unas olimpiadas.

A los diez años ya conocía a Spitz como la palma de mi mano. De todas formas, Don Lorenzo me lo mencionaba siempre que le veía, que por suerte, era ca
da vez con menos asiduidad.
Al final, como era previsible, acabé practicando la natación, y aunque fue la que hizo que mi asma se curase prácticamente del todo, la dejé a los tres años. No me van los deportes tan individualistas. Pero Spitz seguía siendo mi héroe.



Aquel hombre había ganado siete medallas de oro en las Olimpiadas del 72 en Münich y desde entonces nadie le había superado. Era el mejor nadador de todos los tiempos...


Hasta hoy.



Hoy este joven estadounidense llamado Michael Phelps ha desbancado a Spitz ganando ocho medallas de oro. Era su objetivo, como ya dijo antes de empezar las olimpiadas, y lo ha conseguido cómodamente.

Spitz, sin embargo, seguirá siendo mi favorito, ya que no sólo era asmático, sino que en su época se nadaba sin gafas ni gorro, sin cronos de pared...

Felicidades, Phelps. Larga vida a Spitz.



0 comentarios: