Murgas Adultas 2011. Segunda Fase



La segunda fase del concurso de Murgas adultas del Carnaval de Santa Cruz de Tenerife se celebró anoche en un Recinto Ferial menos poblado que la noche anterior. El acto, presentado por Raúl García, se abrió con la actuación de la murga infantil ganadora del segundo premio de interpretación, los Sofocados, que cantaron su divertido tema sobre el Rastro.
Durante la noche pudieron verse las actuaciones de Trabas, Marchilongas, Los que son son, Mamelucos, Guachipanduzy, Tras con Tras y Triqui Traques. Destacó la buena calidad de las actuaciones de las dos murgas femeninas y el aplauso que arrancó el segundo tema de Guachipanduzy al público.

(Las fotografías son de canarias24horas.com)



Trabas: Abrieron la noche los de La Salud con la presentación de su disfraz, mitad retro, mitad futurista. Su primer tema, “La Trabatormenta” empezó emulando una tormenta de manera idéntica a la que lo habían hecho Bambones en su presentación del lunes. Hablaron del caso Bragasgate, de los barrios y de Santa Cruz en general. La letra era buena, pero el arreglo musical y la vocalización, muy mala. Su segundo tema, “Inglés o español, canario es lo que soy” partió de una buena idea (la máquina del tiempo), para acabar centrándose sólo en qué hubiese pasado si Nelson hubiese conquistado Canarias. Acabaron reivindicando que se enseñen nuestras costumbres en la educación. La idea era buena, pero la desperdiciaron.



Marchilongas: Las chicas de Taco empezaron su actuación describiendo su disfraz “para que los ciegos también vean el Carnaval”. Cantaron, en su primer tema, “¿Hacienda somos todos?” donde dieron una serie de trucos, en clave de humor, para desgravar. Dura crítica a la institución, que arrancó los aplausos del sector del público que les ponía atención.  En la segunda canción “Santa Cruz, enfermo terminal” criticaron la Zona Centro, la refinería y la poca actividad de la ciudad. Terminaron “dándole el alta de momento, porque en Febrero es cuando mejor está”. Voces e inteligibilidad buenas. Notables.



Los que son son: La murga, dirigida por Acaymo Correa, comenzó con la presentación de su disfraz, el Faraón “Tutankabrón”. Me suena el mismo chiste de otros años, pero a lo mejor habrá sido un dèja vu de esos… Destaca la gravedad de las voces en la murga, que a veces tienen que pagar con falta de inteligibilidad. En su primer tema, cantaron a la justicia y a los jueces. Nada nuevo en una letra previsible. Se transformaron en fábrica de lácteos en su segundo tema “Sonnone” con un humor típico de Singuangos, pero sin tanta chispa. Hicieron su propia versión del Actimel, el Danonino y el Activia, con chistes que rozaron el mal gusto. Justitos.



Mamelucos: Apareció la primera gran esperada de la noche con la presentación de su fantasía “Las mil y una noches dando la murga”, donde contaron con la colaboración de un grupo de góspel. Tras su pasacalle, interpretaron su primer tema “Okúpate tú de lo tuyo, que yo me okupo de lo mío”, donde se transformaron en unos peculiares okupas para criticar el caso Bragasgate nuevamente, la crisis, el precio de las hipotecas y acabar reivindicando que “okupar es un recurso”. En su segunda canción, se convirtieron en el árbitro “Zacarías Rojas a Diario” para dejarnos con el primer gran tema de la noche. Impecable escenografía, humor mezclado con crítica, acabaron sacando tarjeta roja hasta al público. Los que fuimos a su presentación esperábamos otro tema en lugar de este. Esperemos que no se hayan equivocado con el cambio.



Guachipanduzy: Luciendo su fantasía “Guachi, 20 años”, presentaron algunos de los disfraces que han usado a lo largo de su trayectoria murguera. En su primera canción se convirtieron en el P.I.P.I., el Partido Independiente de Parados Infelices. Confeccionaron así su programa electoral, proponiendo al pueblo que les votase “por lo menos nosotros, somos sinceros”. Su segunda canción fue, quizás, el mejor tema de la noche. Por lo menos, el más aplaudido. En “Los Iluminados” criticaron al jurado y a lo ocurrido el año pasado, donde “se quedaron fuera de la final por tan solo tres décimas, mira tú qué casualidad” Se quejaron de que los premios ya estaban dados, de que todo el mundo sabe los finalistas de memoria y de la falta de criterio del jurado a la hora de puntuar, mientras la gente se ponía en pie. Acabaron cantando su despedida emocionados por la acogida del público.



Tras con Tras: Llamó la atención su disfraz, por atípico. Las santacruceras abrieron con una presentación en la que, a pesar de su calidad, no consiguieron llamar la atención de un público que ignora deliberadamente a cada murga femenina que se sube a cantar. Tras su pegadizo pasacalle, cantaron su primer tema, “Santa Cruz sin Ley”, en el que interpretaron a una sheriff que llegaba a la capital, con una crítica dura para el tren del sur, que enlazaron con otros temas como la refinería, la prometida escollera de San Andrés y el Bragasgate. Montaje musical y representación del papel de sheriff muy bien conseguida, con canciones típicas del western. Bajaron de calidad en su segundo tema “Más de lo mismo”, que sonó repetitivo porque trataba los mismos temas que acababa de cantar Guachipanduzy en su segunda canción. Criticaron también el “favoritismo musical” que ha beneficiado al Carnaval de Día los últimos años. Muy bien de voces. Terminaron con el mejor homenaje de la noche a Don Enrique González,  cuyo disfraz original estuvo acompañándolas en mitad del escenario durante toda la actuación.



Triqui Traques: Nuevamente, la murga más esperada de la noche fue la que actuó en último lugar, lo que provocó que la gente no se moviese del Recinto Ferial Hasta el final. La acogida, sin embargo, fue bastante tibia comparada con años anteriores. Su primera canción adaptó el formato televisivo “59 segundos”, para tratar el tema del transporte en la isla en general: licencias de taxi, la huelga de controladores, las aguas internacionales de Canarias… Crítica incomprensible al tranvía, que según ellos es “el medio de transporte de los ciudadanos de primera”. No es lo suyo.
Pero es que anoche, ni siquiera en lo suyo, supieron brillar. Su segundo tema, “Maniquís, tiesos y parados… pero no me seas malpensado” les hizo quitarse el disfraz. Dedicaron diez eternos minutos a describir la “ajetreada” vida de un maniquí en un escaparate, durante los que los únicos atisbos de crítica fueron escuchar una vez la palabra “paro” y en otra ocasión “me prometieron un museo del Carnaval, que aún no se ha hecho”. El público se quedó igual que antes de empezar: frío. No consiguieron hacer reír, en un tema que se rumorea que se reservaban para la final. Muy muy flojos.


Las preguntas que me vienen a la cabeza tras la segunda fase son: ¿Se está ignorando un subidón de calidad notable en las murgas femeninas? ¿Por qué la gente nunca las escucha? ¿Ha dejado de funcionar la fórmula de Triqui Traques?

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