El miércoles por la noche se celebró en el Recinto Ferial de Santa Cruz de Tenerife la tercera fase del concurso de murgas adultas. El acto fue abierto por la murga ganadora del concurso de murgas infantiles, que cantaron "El examen", un tema muy divertido con el que consiguieron animar a la gente, que aún empezaba a ocupar las sillas. Al final de la gala, y tras la actuación del grupo "Ni un pelo de tonto" el jurado dio a conocer la puntuación de las murgas en la fase, dando como resultado a los ocho finalistas que estarían el viernes en la final del Heliodoro Rodríguez López.
(Perdonad, pero no he conseguido fotos de esta fase)
Ni Pico – Ni Corto: Su presentación, con los Abubukaka fue, de lejos lo más divertido y coherente de toda su actuación. Durante su primer tema, jugaron con la idea del fin del mundo, criticando al caso Bragasgate, las obras de Santa Cruz y los funcionarios, hasta el anillo insular y las jubilaciones. Terminaron con un “a gastar a gastar a gastar, que total, el mundo se va a acabar”. Su segundo tema, más flojo aún, tratan hacer humor y les sale mal gusto. Hablan de tangas, de chismes y de sexo. Las voces, mal al final de la canción. La mala actuación contagió incluso a su despedida “Chicharrero de corazón”.
Tiralenguas: Los de Icod demostraron su calidad de voces en su pasacalle. Su primer tema, “Leyendas urbanas”, se quedó en un humor medio de ese que a veces te hace gracia y otras veces no. Hablaron de la chica de la curva, del carnaval en la calle, para terminar criticando las subvenciones a los grupos, el paro y la falta de calidad en la enseñanza de Canarias. Hicieron un buen homenaje a Enrique González antes de finalizar su primera canción. Su segunda interpretación fue notable, con la puesta en el escenario de algunos carteles de los que se muestran en la autopista del norte. Con los mensajes “te vas a poner bien”, “sé un sol” y “somos miles” dieron un repaso a los problemas del norte, la sanidad, el maltrato y el paro. Muy bueno.
Clónicas: La murga de Raquel García salió emocionada y quizás confiada de estar en la final por ser su último año. En su primer tema hablaron del cine en Tenerife y del capítulo de Perdidos que nombra la isla., para terminar haciendo un cásting en el que los políticos eran los actores. Mucho más flojo de lo que ellas mismas esperaban, no conectó con el público. En su segunda canción se vistieron de ciudadanas para cubrirse con los regalos que dan los partidos durante la campaña electoral, para criticar el poco atendimiento a los barrios y dar un buen repaso a Cristina Tavío, quizás el mejor en lo que al caso Bragasgate se refiere. La letra buena, pero les faltó fuerza.
Desbocados: Con su lema de este año, “algo diferente” han demostrado toda una declaración de intenciones. Sin embargo, la murga aún es demasiado joven y no saben empastar bien ni sus temas ni sus voces. Su primera canción “Los vigilantes de la playa”, intentó combinar humor y crítica sin éxito, chistes de mal gusto y poco más. Con su segundo tema, “Los Cazafantasmas”, criticaron al gobierno, a la sanidad y a las listas de espera, con una afinación pésima que hizo que el público desconectara. Deben seguir trabajando.
Traviata: Suenan a murga grande. Y de hecho, quizás ya lo sean. El legado de El Flaco se nota, hasta el punto en el que una se pregunta si su temprano éxito no se debe sólo a que él les acompaña. Dos temas críticos en los que las voces y la selección musical fueron muy buenas, pero que no tocaron más de lo que ya se había dicho en el resto de temas críticos de las murgas anteriores, excepto una crítica brillante a la telebasura. Son el hermano rico de las dos murgas que nacieron con la extinción de Singuangos y cada año ganan más enteros. Actuación notable.
Zeta Zetas: La murga del mercado salió con mucha fuerza. Su pasacalle sonó espectacular, encajando bien las voces, aunque a veces suenan excesivamente agudos. En arreglo musical no pueden evitar recordar a Bambones una y otra vez. Su primer tema, “El trastero” fue un brillante compendio de crítica de temas de actualidad, aunque nada nuevo hasta que nombraron a la cantera del deporte canario y se llevaron el aplauso del Recinto Ferial. Hicieron mención a lo ocurrido en la Champions Murga de 2010 para defender a la murga del Cardonal. Muy buen tema. Su segunda canción perdió fuerza con respecto a la primera; en “Tumoneda.com” dieron un repaso a Las Teresitas, a la mafia del sur y a los alemanes en el Sauzal, mientras iban descartando destinos de viajes. Terminaron con una crítica a los controladores aéreos. Genial actuación, que podría valerles para el pase a la final.
Rebotados: Llevaba toda la fase preguntándome qué había sido de la murga mixta del Carnaval y entonces, aparecieron los Rebotados, para suplir a L@s mism@s de siempre, ya desaparecidos. Con un pasacalle en el que sonaron asombrosamente bien para la dificultad que tiene encajar las voces masculinas y femeninas, arrancaron para dejarnos con su primera canción, en la que criticaron la situación de Anaga en general, sin meterse en el resto de Santa Cruz. Su segundo tema, de humor, dejó frío al público, ya que echaron mano de chistes fáciles y situaciones típicas para arrancar la risa fácil, mientras hacían el papel de tres parejas, aprovechando su condición de mixta. Divertidos, pero desafinados, aunque se les entendía bien. No desagradaron.
Fallo del jurado para pasar a la final: Alrededor de las tres de la mañana, el jurado dio a conocer las murgas que pasarían a la final y sus puntuaciones. Merecidísimo primer clasificado para Bambones, que fueron lo mejor de las fases sin duda alguna. Segundo puesto de Triquis, incomprensible, que hizo temer lo peor. Traviata pasaron en un tercer puesto bastante lógico.Cuarto puesto para Mamelucos, que agotó uno de los temas de final en fase. Quinto para Diablos, muy discutido, aunque a mí me gsutaron. Sexto para Ni Pico Ni Corto, regalado, así de claro. Séptimo para Tiralenguas, la sorpresa de la noche. El último sitio en la final fue para Triquiconas, algo muy discutido.
Se quedaron fuera Zeta Zetas,que prometían dos temazos para la final. No deberían haber arriesgado. Yo les hubiese dado el puesto de Ni Pico sin pensármelo dos veces.
El miércoles por la noche, todo el mundo salió del Recinto Ferial con un mal sabor de boca, temiendo volver a estar conviviendo con el Triquijurado.
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